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    Liturgia
de la Iglesia Española Reformada Episcopal (1954)

 

Consagración de Obispos
 

La consagración de un Obispo tiene lugcvr durante el Oficio de la Santa Comunión, siguiendo la fórmula que a continuación se pone.


Presidirá y oficiará el obispo Decano, o algún otro comisionado por el Consejo de Obispos.
 

Consecration of Bishops

Empezará el Oficio de la Santa Comunión, y se leerá para la

PROFECÍA. — Ezequiel, XXXIII. 7 a 11.

    A dice el Señor: Yo te he puesto por atalaya a la casa de Israel, y oirás la palabra de mi boca, y los apercibirás de mi parte. Diciendo yo al impío: Impío, de cierto morirás; si tú no hablares para que se guarde el impío de su camino, el impío morirá por su pecado, mas su sangre yo la demandaré de tu mano. Y si tú avisares al impío de su camino, para que de él se aparte, y él no se apartare de su camino, por su pecado morirá él, y tú libraste tu vida. Tú, pues, hijo del hombre, di a la casa de Israel: Vosotros habéis hablado así, diciendo: Nuestras rebeliones y nuestros pecados están sobre nosotros, y a causa de ellos somos consumidos; ¿cómo, pues, viviremos? Diles: Vivo yo, dice el Señor Jehováh, que no quiero la muerte del impío, sino que se torne el impío de su camino, y que viva. Volveos, volveos de vuestros malos caminos: ¿y por qué moriréis, oh casa de Israel?

Un Obispo leerá la

EPÍSTOLA. — 1.a Timoteo, III, 1 a 7.

    PALABRA fiel: Si alguno apetece obispado, buena obra desea. Conviene, pues, que el Obispo sea irreprensible, marido de una mujer, solícito, templado, compuesto, hospedador, apto para enseñar; no amador del vino, no heridor, no codicioso de sórdida ganancia, sino moderado; no litigioso, ajeno de avaricia; que gobierne bien su casa, que tenga sus hijos en sujeción con toda honestidad (porque el que no sabe gobernar su casa, ¿cómo cuidará de la Iglesia de Dios?); no un neófito, porque inflándose no caiga en juicio del diablo. También conviene que tenga buen testimonio de los extraños, porque no caiga en afrenta y en lazo del diablo.

O ESTA otra: Hechos, XX. 17 a 35.

    Pablo, enviando desde Mileto a Efeso, hizo llamar a los ancianos de la iglesia, etc.

Otro Obispo leerá el

EVANGELIOJuan, XXI. 14 a 17.

    EN aquel tiempo, Jesús dijo a Simón Pedro: Simón, hijo de Jonás, ¿me amas más que éstos? Dícele: Sí, Señor; tú sabes que te amo. Dícele: Apacienta mis corderos. Vuélvele a decir la segunda vez: Simón, hijo de Jonás, ¿me amas? Respóndele: Sí, Señor; tú sabes que te amo. Dicele: Apacienta mis ovejas. Dicele la tercera vez: Simón, hijo de Jonás, ¿me amas? Entristecióse Pedro de que le dijese la tercera vez: ¿Me amas?, y dícele: Señor, tú sabes todas las cosas; tú sabes que te amo. Dícele Jesús: Apacienta mis ovejas.

O ESTE OTRO: Mateo, XXVIII. 18 a 20.

    En aquel tiempo, llegando Jesús a sus discípulos, les habló diciendo: Toda potestad me es dada, etc.

Después de la LAUDA, el Obispo oficiante diga:

    LA fe que creemos en nuestro corazón, confesémosla con nuestra boca.
 

Old Testament, Epistle, & Gospel readings

 Y todos juntos digan el

SÍMBOLO CONSTANTINOPOLITANO.

    CREEMOS en un solo Dios, Padre omnipotente, hacedor del cielo y de la. tierra, autor de todas las cosas visibles e invisibles.
    Y en un solo Señor Jesucristo, Hijo unigénito de Dios, y engendrado del Padre antes de todos los siglos: Dios de Dios, Luz de Luz, Dios verdadero de Dios verdadero; engendrado, no hecho; consubstancial al Padre; por quien todas las cosas fueron hechas, tanto en el cielo como en la tierra: el cual por nosotros los hombres y por nuestra salud, des cendió de los cielos; y por el Espíritu Santo se encarnó de María Virgen, y se hizo hombre; padeció bajo el poder de Poncio Pilato, fué sepultado, ‘y resucitó al tercero día; subió a los cielos; está sentado a la diestra de Dios Padre omnipotente; de allí vendrá para juzgar a los vivos y a los muertos; y su reino no tendrá fin.
    Y en el Espíritu Santo, Señor vivificador y procedente del Padre y del Hijo; que con el Padre y el Hijo debe ser adorado y juntamente glorificado; que habló, por los Profetas; Y en una sola Iglesia, santa, católica y apostólica.
    Reconocemos un soló Bautismo para la remisión de pecados; y esperamos la Resurrección de, los muertos, y la vida del mundo venidero. Amén.

Después del Símbolo, el Obispo oficiante diga:

    OYE, oh Señor, nuestra oración.
    R. Y llegue a ti nuestro clamor.
    V. ¡Dios omnipotente, que por tu Hijo Jesucristo concediste varios excelentes dones a tus Apóstoles, y les diste por precepto que apacentasen tu rebaño! Concede, te suplicamos, a todos los Obispos, pastores de tu Iglesia, que prediquen con esmero tu Palabra, y que administren debidamente piadosa disciplina; y otorga a los fieles el que rectamente la guarden, para que todos reciban la corona de gloria eterna.
    R. Amén.
    V. Por tu misericordia, oh Dios nuestro, que eres bendito y vives y gobiernas todas las cosas por los siglos de los siglos. R. Amén.

Después de esto tendrá lugar el Sermón, que versará sobre el cargo y deberes del Episcopado.
 

 Nicene Creed

Después del Sermón, el Obispo electo (revestido con el traje de Presbítero) será presentado por dos Obispos al Obispo Decano, o a quien haga sus veces, que estará sentado en su silla cerca de la Mesa del Señor. Y los Obispos que lo presentan, digan:

    REVERENDÍSIMO en Cristo padre: Os presentamos este piadoso y erudito varón, para que sea consagrado Obispo.

Entonces el Obispo Decano dispondrá que se lea el documento que acredite la recta elección del Presbítero que ha ‘de ser consagrado, y la sanción de la misma por las correspondientes Autoridades.

Después de esto, el Obispo oficiante exhortará a los fieles a que oren, diciendo:

    HERMANOS: Escrito está en el Evangelio según Lucas, que Cristo nuestro Salvador pasó en oración toda la noche ates que eligiese y enviase a sus doce Apóstoles. También está escrito en los Hechos de los Apóstoles, que los Discípulos que estaban en Antioquía, ayunaron oraron antes de imponer las manos sobre Pablo y Bernabé, y antes de enviarlos. Por lo tanto, siguiendo el ejemplo de Jesucristo y de sus Apóstoles, ocupémonos en la oración antes de admitir a este varón que nos ha sido presentado, y enviarle para aquella obra a que confiamos haber sido llamado por el Espíritu Santo.

Y se dirá la Plegaria General, página 51, teniendo presente que después de la petición Que te dignes iluminar a los Obispos, Presbíteros y Diáconos, etc., ha de añadirse esta otra:

    V. Que te dignes bendecir a este nuestro electo Hermano, y derramar sobre él tu gracia, para que pueda desempeñar debidamente el Oficio a que ha sido llamado, para edificación de tu Iglesia, y para honra, alabanza y gloria de tu nombre.
    R. Suplicámoste nos oigas, oh Señor.

Y en lugar. de la Oración con que termina la Plegaria, página 54, dígase esta otra:

    OH Dios omnipotente, dador de todos los bienes, que por tu Santo Espíritu has establecido diversos órdenes de Ministros, en tu Iglesia. Mira con benignidad a este tu siervo, llamado ahora a la Obra y Ministerio de Obispo; y cólmale en tal medida de la verdad de tu doctrina, y adórnale de tal pureza de costumbres, que con sus palabras y acciones pueda servirte con fidelidad en este Oficio, para gloria de tu santo nombre, y edificación y recta administración de tu Iglesia.
    R. Amén.
    V. Por tu misericordia, oh Dios nuestro, que eres bendito y. vives y gobiernas todas las cosas por los siglos de los siglos.
    R. Amén.

Luego el Obispo Decano, sentado en su silla, dirá al que ha de ser consagrado:

    HERMANO: Puesto que nos está encargado por las Santas Escrituras y la antigua costumbre, que no procedamos de ligero en imponer las manos y admitir persona alguna al gobierno en la Iglesia de Cristo, que él adquirió a no menos precio que derramando su propia sangre, antes de admitiros a esta Administración, os examinaremos sobre ciertos puntos, para que la Congregación aquí presente sepa y pueda testificar, de qué modo habéis resuelto conduciros vos mismo en la Iglesia de Dios.
    ¿Os juzgáis legítimamente llamado a este Ministerio, según la voluntad de nuestro Señor Jesucristo y la constitución de esta Iglesia?
    Respuesta: Así lo juzgo.
    Obispo: ¿Estáis persuadido de que en las Santas Escrituras se contiene suficientemente toda la doctrina que se requiere para la salvación eterna, por la fe en Jesucristo; y estáis resuelto a instruir según las mismas Escrituras a la grey encomendada a vuestro cuidado, y a no enseñar ni sostener como necesaria para la salud eterna ninguna cosa que no se pueda probar o deducir legítimamente de la Palabra de Dios?
    Respuesta: En esta persuasión estoy, y a esto además estoy resuelto mediante su gracia.
    Obispo: ¿Os ocuparéis con asiduidad en el estudio de las Santas Escrituras, y suplicaréis a Dios en la oración que os conceda su verdadera inteligencia, a fin de que con su ayuda seáis apto para enseñar y exhortar con saludable doctrina, y para redargüir y convencer a los que contradigan?
    Respuesta: Así estoy resuelto a hacerlo con el auxilio del Señor.
    Obispo: ¿Estáis asimismo resuelto a rechazar y desterrar con fidelidad y diligencia todas las doctrinas erróneas y novedades contrarias a la Palabra de Dios, y a aconsejar y exhortar a los demás sobre esto mismo, así en privado como en público?
    Respuesta: Estoy a ello dispuesto con la gracia de Dios.
    Obispo: ¿Renunciareis a toda impiedad y a todos los deseos mundanos, viviendo en este siglo sobria, justa y piadosamente; de modo que seáis en todo un dechado de buenas obras para los demás, a fin de que el adversario quede confundido, no teniendo ‘nada malo que decir de vos?
    Respuesta: Así lo haré con el auxilio del Señor.
    Obispo: ¿Conservaréis y promoveréis, en cuanto os fuere posible, la paz, tranquilidad y amor entre todos; a los inquietos, empero, desobedientes y criminales dentro de vuestra Grey los corregiréis y castigaréis conforme a la autoridad que os concede la Palabra de Dios, y os confía la constitución de esta Iglesia?
    Respuesta: Así lo haré con la gracia de Dios.
    Obispo: ¿Os portaréis fielmente en ordenar, enviar, o imponer las manos a otros?
    Respuesta: Así me portaré con el auxilio del Señor.
    Obispo: ¿Os mostraréis en mansedumbre, y seréis misericordioso por amor de Cristo para con los pobres y necesitados, y para con todos los forasteros destituídos de auxilio?
    Respuesta: Tal me mostraré con la gracia de Dios.

Entonces el Obispo; levantándose, diga:

    DIOS omnipotente, nuestro Padre celestial, que os ha dado una buena voluntad de hacer todo esto, os conceda también las fuerzas y él. poder de cumplirlo; para que perfeccionando en vos la buena obra que ha comenzado, podáis ser hallado perfecto e irreprensible en el ultimo día por Jesucristo nuestro Señor. Amén.

Después de esto, el Obispo electo se revestirá de su traje episcopal; y en seguidas puesto él de rodillas y los demás en pie, se leerá o cantará, alternando el Obispo oficiante y la Congregación, el
 

 Presentation, Prayers, and questions
 VENI CREATOR

   VEN, nuestras mentes visita
Espíritu Creador
Y con tu gracia bendita
Los pechos inflame el hálito
De tu celestial amor.
   Paráclito tú te llamas,
Del alto Dios sacro don,
Raudal qué vida derramas,
Amor, caridad mirífica,
Fuego, espiritual unción.
   Tú en la Iglesia difundido
En don septiforme estás,
Tú del Padre el prometido,
De su rica diestra el índice
   Que al habla riquezas das.
Los sentidos con los dones
Aclara de tu virtud,
Tu amor da a los corazones,
Del cuerpo lo flaco y mórbido
Curando con tu salud.
   Benigno tu gozo envía,
Tu paz danos celestial,
Y siendo tú nuestro guía,
Vencido el maligno espíritu,
Evitemos todo mal.
   Por ti al Padre conozcamos
Y al Hijo, el Verbo de Dios,
Y en todo tiempo creamos
A ti, sacrosanto Espíritu
Procedente de los dos.
   Loor a Dios Padre eterno
Los cielos y tierra den,
Loor al Hijo coeterno,
Loor al santo Paráclito,
Por siglos sin fin. Amén.

Concluido el Himno, el Obispo oficiante digá:

    OYE, oh Señor, nuestra oración.
    R. Y llegue, a ti nuestro clamor.
    V. Dios todopoderoso, y Padre misericordiosísimo, que por tu inmensa bondad nos has dado a Jesucristo tu predilecto Hijo unigénito, para que fuese nuestro Redentor y el Autor de la vida eterna; quien, habiendo consumado nuestra redención con su muerte, y después de su ascensión a los cielos, derramó abundantemente sus dones sobre los hombres, constituyendo a unos Apóstoles, a otros Profetas, a otros Evangelistas, a otros Pastores y Doctores, para la edificación y perfección de su Iglesia! Concede, te suplicamos, a este tu siervo tal gracia, que le tenga siempre dispuesto para anunciar aquel Evangelio tuyo, que es la alegre nueva de nuestra reconciliación contigo; y que se valga de la autoridad que se le concede, no para ruina, sino para edificación; no para dañar, sino para socorrer: de modo que distribuyendo, cual siervo sabio y prudente, en sazón oportuna su porción a tu familia, sea al fin recibido en las moradas del gozo sempiterno.
    R. Amén.
    V. Por tu misericordia, oh Dios nuestro, que eres bendito y vives y gobiernas todas las cosas por los siglos de los siglos.
    R. Amén.
 

Veni Creator Spiritus

Acabada esta Oración, el Obispo oficiante y los otros. Obispos presentes impondrán las manos sobre el Obispo electo, que estará de rodillas; y el Obispo oficiante diga:

    RECIBE el Espíritu Santo para el Oficio y Obra de Obispo en la Iglesia de Dios, que ahora se te comete por la imposición de nuestras manos; en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Sant to. Amén. Y no te olvides, de despertar la gracia de Dios que te es dada por esta imposición. de nuestras manos, pues Dios no nos, ha, dado el espíritu de temor, sino el de fortaleza, y de amor, y de templanza.

Luego el Obispo oficiante le entregará la Biblia diciendo:

    OCUPÁOS con atención en la lectura, exhortación y doctrina; meditad lo que en este Libro seí contiene; procurad con esmero que sean notorios vuestros progresos en el conocimiento de la Palabra, pues haciendo estó os salvaréis a vos mismo y a lós que os escucharen. Sed pastor, no lobo, del rebaño de Cristo; apacentad sus ovejas, no las devoréis; sostened las débiles, curad las enfermas, fajad las estropeadas, reducid las descarriádas, buscad las perdidas. Sed de tal manera compasívo, que no seáis indulgente más de lo justo; administrad la disciplina, sin olvidaros de la misericordia: para que a la aparición del Supremo Pastor recibáis la corona inmarcesible de gloria; por Jesucristo nuestro Señor. Amén.

Después de esto el Obispo df iciante continuara el Oficio de Comunión, página 154, leyendo las Sentencias mientras los Ecónomos recogen las Ofrendas de los fieles.

Tenga presente que se. ha dicho ya el Símbolo, y que por tanto, debe, omitirse cuando ocurra en el orden del Culto.

El Obispo recién consagrado permanecerá durante el Oficio, ayudando al Obispa oficiante, y participará de la Santa Comunión.

Después de la Oración de gracias, y antes del Himno final, díganse las Oraciones siguientes:

    ¡PADRE omnipotente y misericordioso! Te suplicamos que derrames tu celestial bendición sobre este tu siervo; y que en tal medida le llenes de tu Santo Espíritu, que al predicar tu Palabra, no sólo sea constante y fervoroso en corregir, suplicar y argüir con toda paciencia y doctrina, sino que sea también un ejemplo saludable para los fieles, en la palabra, en los modales, en el amor, en la fe, en la caridad y en la pureza: para que terminada felizmente su carrera, reciba en el último día la corona de justicia preparada por el Señor justo Juez, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo, un, solo Dios, siempre por todos los siglos. R. Amén.
    V. Prevénnos, oh Señor, en ‘todas nuestras acciones con tu benigno favor, y promuévenos con tu ayuda continua; para que en todas nuestras obras, comenzadas, continuadas y acabadas en ti, glorifiquemos, tu santo nombre, y finalmente alcancemos la vida eterna. R. Amén.
    V. Por tu misericordia, oh Dios nuestro, que eres bendito y vives y gobiernas todas las cosas por los siglos de los siglos. R. Amén.

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