The Book of Common Prayer
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    Libro de Oración Comun
The 1662 Book of Common Prayer in Spanish

 

 EL OFICIO DE SEPULTURA.

Se debe motar que el Oficio siguiente no debe ser usado para con los que mueren sin Bautismo, ó excomulgados, ó suicidas.

Los Presbíteros y Clérigos, recibiendo el cuerpo á la entrada del Cementerio,y caminando delante de él, ó á la Iglesia,ó hácia la Sepultura, drán ó cantarán:

YO soy la resurreccion, y la vida, dice el Señor: el que crée en mí, aunque esté muerto, vivirá: y todo aquel que vive, y cree en mi, no morirá eternamente. S. Juan xi. 25, 26.

YO sé que vive mi Redentor, y que al fin se levantará mi cuerpo sobre el polvo: y despues de desecha ya esta mi piel, aun he de ver en mi carne á mi Dios; al cual yo tengo de ver por mí, y: mis ojos lo verán, y no otro. Job xix. 25-27.

NADA hemos traido á este mundo, y sin duda nada podrémos sacar. El Señor lo dió, el Señor lo ha quitado; bendito sea el nombre del Señor. 1 Tim. vi. 7. Job i. 21.

Despues que llegaren á la Iglesia, será leido uno ó ambos Salmos siguientes.

Dixi, Custodiam. Salmo xxxix.

DIJE yo; Atenderé á mis caminos: para no pecar con mi lengua.
    Guardaré mi boca con freno: en tanto. que el impío fuere contra mí.
    Enmudecí con silencio: calléme aun respecto de lo bueno; y excitóse mi dolor.
    Enardecióse mi corazon dentro de mí: encendióse fuego en mi meditacion, y así proferí con mi lengua:
    Hazme saber, Jehová, mi fin, y cuanta sea la medida de mis dias: sepa yo cuanto tengo de ser del mundo.
    Hé aquí diste á mis dias término corto, y mi edad es como nada delante de tí: cierta. mente es completa vanidad todo hombre que vive.
    Ciertamente en tiniebla anda el hombre; ciertamente en vano se-inquietan: junta, y no sabe quien lo allegará.
    Y ahora, Señor, ¿qué esperaré? Mi esperanza en tí está.
    Líbrame de todas mis rebeliones: no me pongas por escarnio del insensato.
    Enmudecí, no abrí mi boca: porque tú lo hiciste.
    Quita de sobre mí tu plaga: de la guerra de tu mano soy consumido.
   
Con castigos sobre el pecado corriges al hombre, y haces consumirse como de polilla su grandeza: ciertamente vanidad es todo hombre.
   
Oye mi oracion, oh Jehová, y escucha mi clamor; no calles á mis lágrimas.
   
Porque peregrino soy para contigo: y advenedizo, como todos mis padres.
   
Déjame, y tomaré fuerzas: ántes que vaya y perezca.
   
Gloria sea al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo:
   
Cómo era al principio. es ahora, y será siempre; por los siglos de los siglos. Amen.

Domine, refuqium. Salmo xc.

SEÑOR, tú nos has sido refugio: en generacion y generacion.
   
Antes que naciesen los montes, y formases la tierra y el mundo: y desde el siglo, y hasta el siglo, tú eres Dios.
   
Vuelves al hombre hasta ser quebrantado, y dices: Convertíos, hijos de los hombres.
   
Porque mil años delante de tus ojos son como el dia de ayer, que pasó: y como una de las vigilias de la noche.
   
Háceslos pasar como avenida de aguas: son como sueño, como la yerba que crece en la mañana.
    En la mañana misma florece y crece: á la tarde ea cortada, y se seca.
   
Porque con tu furor somos consumidos: y con tu ira somos conturbados.
   
Pusiste nuestras maldades delante de tí: nuestros yerros á la luz de tu rostro.
   
Porque todos nuestros di as declinan á causa de tu ira: acabamos nuestros años como un pensamiento.
   
Los dias de nuestra edad son setenta años: que si en los mas robustos fueren ochenta años, con todo su fortaleza es molestia y trabajo, porque es cortado presto, y volamos.
   
¿Quién conoce la fortaleza de tu ira, y tu indignacion, para temerte segun que debes ser temido?
   
Enséñanos de tal modo á contar nuestros días, que traigamos al corazon sabiduría.
   
Vuélvete á nosotros, oh Jehová; ¿hasta cuando? y aplácate para con tus siervos.
    Sácianos presto de tu misericordia: y cantarémos, y nos alegrarémos todos nuestros dias.
   
Alégranos conforme á los dias que nos afligiste:
    onforme á los años que vimos mal.
   
Aparezca en tus siervos tu obra: y tu gloria sobre sus hijos.
   
Y sea la luz de Jehová nuestro Dios sobre nosotros: y ordena en nosotros la obra de nuestras manos, la obra de nuestras manos confirma.
   
Gloria sea al Padre y al Hijo; y el Espíritu Santo:
   
Como era al principio, es ahora, y será siempre; por los siglos de los siglos. Amen.

Luego seguirá la leccion tomada del Capitulo quince de la Epístola primera de San Pablo á los Corintios.

1 Cor. xv. 20.

    Empero Cristo ha resucitado de los muertos; primicias de los que durmieron es hecho. Porque por cuanto la muerte entro por un hombre, tambien por un hombre la resurreccion de los muertos. Porque así como en Adam todos mueren, así tambien en Cristo todos serán vivificados. Mas cada uno en su órden: Cristo, las primicias; luego los que son de Cristo. en su venida. Luego, el fin; cuando entregará el reino á Dios y al Padre, cuando habrá quitado todo imperio, y toda potencia, y potestad. Porque es menester que él reine, hasta poner todos sus enemigos debajo de sus piés. Y el postrer enemigo que será deshecho, será la muerte. Porque todas las cosas sujetó debajo de sus pies. Y cuando dice: Todas las cosas son sujetadas á él, claro está exceptuado aquel que sujetó á él todas las cosas. Mas luego que todas las cosas le fueren sujetas, entónces tambien el mismo Hijo se sujetará al que le sujetó á él todas las cosas, para que Dios sea todas las cosas en todos. De otro modo, ¿qué harán los que se bautizan por los muertos, si en ninguna manera los muertos resucitan? ¿Por qué, pues. se bautizan por muertos? Y ¿por qué nosotros peligramos á toda hora? Sí, por la gloria que en órden á vosotros tengo en Cristo Jesus, Señor nuestro, cada día muero. Si como hombre batallé en Efeso contra las bestias, ¿qué me aprovecha? Si los muertos no resucitan, comamos y bebamos, que mañana morirémos. No erreis: Las malas conversaciones corrompen las buenas costumbres. Velad debidamente, y no pequeis; porque algunos no conocen á Dios: para vergüenza vuestra hablo. Mas dirá alguno: ¿Cómo resucitarán los muertos? Con qué cuerpo vendrán? Necio, lo que tu siembras, no se vivifica, si no muriere ántes. Y lo que siembras, no siembras el cuerpo que ha de salir, sino el grano desnudo, acaso de trigo, ó de otro grano: mas Dios le da el cuerpo como quiso, y á cada simiente su propio cuerpo. Todo carne no es la misma carne: mas una carne ciertamente es la de los hombres, y otra carne la de los animares, y otra la de los peces, y otra la de las aves. y cuerpos hay celestiales, y cuerpos terrestres: mas ciertamente una es la gloria de los celestiales, y otra la de los terrestres. Otra es la gloria del sol, y otra ]a gloria de la luna, y otra la gloriado las estrellas: porque una estrella es diferente de otra en gloria. Así tambien es la resurreccion de los muertos. Se siembra en corrupcion; se levantará en incorrupcion: se siembra en vergüenza; se levantará con gloria: se siembra en flaqueza; se levantará con potencia: se siembra cuerpo animal; resucitará espiritual cuerpo. Hay cuerpo animal, y hay cuerpo espiritual. Así tambien está escrito: Fué hecho el primer hombre Adam en ánima viviente j el postrer Adam, en espíritu vivificante. Mas lo espiritual no es primero, sino lo animal: luego lo esplritual. El primer hombre es de la tierra, terreno: el segundo hombre, que es el Señor, es del cielo. Cual el terreno, tales tambien los terrenos; y cual el celestial, tales tambien los celestiales. y como trajimos la imágen del terreno, traerémos tambien la imágen del celestial. Esto empero digo, hermanos: que la carne y la sangre no pueden heredar el reino de Dios; ni la corrupcion hereda la incorrupcion. Hé aquí, os digo un misterio: Todos ciertamente no dormirémos; mas todos serémos trasformados, en un momento, en un abrir de ojo, á la final trompeta, porque será tocada la trompeta, y los muertos serán levantados sin corrupcion; y nosotros serémos transformados. Porque es menester que esto corruptible sea vestido de incorrupcion, y esto mortal sea vestido de inmortalidad. Y cuando esto corruptible fuere vestido de incorrupcion, y esto mortal fuero vestido de inmortalidad, entónces se efectuará la palabra que está escrita: Sorbida es la muerte con victoria.
   
¿Dónde está, oh muerte, tu victoria? ¿ Dónde, oh muerte, tu aguijon? Ya que el aguijon de la muerte es el pecado, y la potencia del pecado, la ley. Mas á Dios gracias, que nos da la victoria por el Señor nuestro Jesu-Cristo. Así que, herma. nos mios amados, estad firmes y constantes. creciendo en la obra del Señor siempre, sabiendo que vuestro trabajo en el Señor no es vano.
 

The Order for the
Burial of the Dead

 ¶ Cuando lleguen al sepulcro¡ mientras que preparan e cuerpo para ser puesto en la tierra, el Presbítero dirá, ó el Presbítero y Clérigos cantaran.

HOMBRE que es nacido de mujer, vive breve tiempo, y lleno de miseria. Brota come fior y es cortado, y huye como sombra, y nunca permanece en un estado.
   
En medio dé la vida estamos en muerte: ¿á quién acudirémos por socorro sino á tí, oh Señor, que estás enojado justamente por nuestros pecados?
   
Con todo eso, oh Señor Dios santísimo, oh Señor poderosísimo,oh santo y misericordioso Salvador, no nos entregues a las amargas penas de muerte eterna.
   
Tú conoces, Señor, los secretos de nuestros corazones: no cierres tus misericordiosos oidos á nuestros ruegos; mas perdón anos. Señor Dios poderoso, santo y misericordioso Salvador, digno y eterno Juez, y no permitas nos apartemos de ti en la hora extrema por ningunos dolores de muerte.

Mientras que algunos de los presentes echan tierra sobre el cuerpo, el Presbítero dirá:

HABIENDO sido del agrado del Omnipotente Dios por su gran misericordia tomar para sí el alma de este nuestro amado hermano difunto, nosotros por tanto encomendamos su cuerpo á la tierra; tierra á tierra, ceniza á ceniza, polvo á polvo; en esperanza segura y cierta de la resurreccion ávida eterna, mediante nuestro Señor Jesu-Cristo; el cual transformará nuestro vil cuerpo, para que sea semejante ti su glorioso cuerpo, segun la obra poderosa por la cual puede sujetar á sí mismo todas las cosas.

Despues será dicho ó cantado:

Y OÍ una voz del cielo, que me decia: Escribe: Bienaventurados los muertos que de aquí adelante mueren en el Señor. Tambien dice el Espíritu que descansan de sus trabajos.

Luego el Presbítero dirá:

Señor, ten misericordia de nosotros.
Cristo, ten misericordia de nosotros.
Señor, ten misericordia de nosotros.
 

 Prayers at the burial
PADRE nuestro, que estás en los cielos, Santificado sea tu Nombre. Venga tu reino. Hágase tu voluntad, así en la tierra como en el cielo. El pan nuestro de cada dia dánosle hoy. Y perdón anos nuestras deudas, así como nosotros perdonamos á nuestros deudores. Y no nos dejes caer en tentacion; Mas líbranos de mal. Amen.

Presbítero.

DIOS Omnipotente, con quien viven los espíritus de los que parten de aquí en el Señor, y con quien las almas de los fieles, despues que son libradas de la carga de la carne, están en gozo y felicidad: te damos cordiales gracias, porque te agradó librar á este nuestro hermano de las miserias de este mundo pecaminoso; suplicándote que te agrade, por tu clemente bondad, cumplir en breve el número de tus escogidos, y acelerar la venida de tu reino: para que nosotros, con todos los que han partido en la fé verdadera de tu santo Nombre, tengamos nuestra perfecta consumacion y felicidad, en cuerpo y alma, en tu eterna y sempiterna gloria; mediante Jesu Cristo nuestro Señor. Amen.

La Colecta.

OH Dios misericordioso. Padre de nuestro Señor Jesu-Cristo, que es la resurreccion y la vida; en quien cualquiera que crée, vivirá aunque muera; y cualquiera que vive y crée en él, no morirá eternamente; quien asimismo nos ha enseñado por su santo apóstol San Pablo, que no nos contristemos, como hombres sin esperanza, por los que duermen en él; Nosotros humildemente te suplicamos, oh Padre, nos resucites de la muerte del pecado á la vida de la rectitud: para que cuando partieremos de esta vida, descansemos en él, como lo esperamos de este nuestro hermano; y para que en la resurreccion general en el último dia, seamos hallados agradables en tu presencia, y recibamos aquella bendicion que tu amado Hijo ha de pronunciar entónces sobre todos los que te aman y temen, diciendo, Venid, hijos benditos de mi Padre, recibid el reino preparado para vosotros desde el principio del mundo. Concede esto, oh Padre misericordioso, mediante Jesu-Cristo nuestro Mediador y Redentor. Amen.

LA gracia de nuestro Señor Jesu Cristo, y el amor de Dios, y la participacion del Espíritu Santo, sea siempre con todos nosotros. Amen.

 Lord's Prayer

 

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