III. LAS NACIONES Y LA FAMILIA

99. Todopoderoso Dios, que eres el refugio de todos aquellos que en ti confían, dirige el curso de este mundo, te suplicamos, para que tu voluntad sea hecha en todo; quita todo lo que impida la unidad y concordia entre las naciones. Prospera todos aquellos consejos que son para la rectitud y la paz entre los pueblos; mediante Jesucristo nuestro rey de paz. Amén.

100. Nuestro Dios eterno y omnipotente, que hiciste la tierra para tu gloria, y llamas a todas las naciones a servirte en paz y libertad, concede a este país un santo celo por la rectitud y la justicia a fin de que ejerzamos nuestros derechos en orden y respeto mutuo; mediante Jesucristo nuestro libertador. Amén.

101. Oh Señor, gobernador nuestro, cuya gloria lleno el universo; concede a los líderes de las naciones y a todos las autoridades, sabiduría y fuerza para conocer y hacer tu voluntad. Llénalos del amor a la verdad y a la justicia; y haz que jamás olviden su obligación de servir a sus pueblos en tu temor; mediante Jesucristo nuestro Señor. Amén.

102. Omnipotente Dios, que nos has dado esta buena tierra por heredad, bendice nuestro país. Guárdanos de toda violencia y discordia, y defiende nuestra libertad. Concede sabiduría a todos los que tienen la autoridad de gobernar para que haya justicia y paz, para la alabanza de tu nombre; mediante Jesucristo nuestro rey y soberano. Amén.

103. Dios, creador nuestro, de quien los hombres reciben su trabajo señalado en la tierra; dá tu bendición, te suplicamos, a cuantos están empleados en el comercio y la industria, a fin de que recibiendo la debida recompensa a sus trabajos puedan suplir sus necesidades para el progreso de esto nación , y el honor de tu nombre. Amén.

Mejoramiento Social

104. Omnipotente Dios, que has creado al hombre a tu propio imagen, concédenos gracia para luchar valerosamente contra el mal, y nunca transigir con la opresión, y para que hagamos reverente uso de nuestro libertad, ayúdanos a emplearla en el sostenimiento de la justicia entre los hombres y naciones, para gloria de tu santo nombre; mediante Jesucristo nuestro Señor. Amén.

Educación

105. Oh Señor Jesús en quien están escondidos los tesoros de la sabiduría y del conocimiento, concede que todos aquellos que enseñán y aprenden puedan conocer, no solamente las verdades del mundo material, sino también del mundo espiritual, y reciban la salvación de sus almas por tu nombre. Amén.

Salud Pública

106. Padre celestial, que por tu Hijo Jesucristo nos enseñaste a servir con sacrificio, bendice a todos aquellos que son llamados a cuidar enfermos en cuerpo y mente. Haz que ellos recuerden siempre que son colaboradores contigo y dales tal paciencia, capacidad y amor, que puedan traer sanidad y consuelo a todos los que ellos atienden; mediante Jesucristo nuestro Señor. Amén.

Agricultura

107. Todopoderoso Señor, de quienes la tierra y su plenitud, te suplicamos que de tal manera bendigas a los agricultores en el trabajo y cuidado de la tierra, que puedan suplir las necesidades materiales de tus criaturas y el bienestar de esta nación; mediante tu Hijo. Amén.

El Hogar Cristiano

108. Oh Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, de quien toma nombre toda familia en los cielos y en la tierra, concede que cada familia cristiana, obedeciendo tu palabra, unida en tu amor y dirigida por tu Espíritu, adorne la doctrina de Dios, nuestro Salvador. Amén.

109. Oh Padre celestial, pedimos por las familias de esta nación y en especial por nuestros hogares, que sean verdaderamente unidos y que no haya egoísmo entre marido y esposa, sino el amor sacrificado entre todos; concede comprensión entre adultos y jóvenes, paciencia y entendimiento con los niños, que los padres tengan el valor de mantener una disciplina recta y justa, siguiendo los consejos de tu Palabra y que los hijos aprendan el camino de obediencia en el Señor para la gloria de tu nombre. Amén.

110. Todopoderoso Dios y Padre celestial, cuyo Hijo Jesucristo compartía la vida de un hogar terrenal en Nazaret; colma con tu bendición, te suplicamos, toda familia cristiana, para que los padres por el espíritu de entendimiento y sabiduría, y los hijos por el espíritu de obediencia y reverencia, sean unidos los unos con los otros por amor mutuo; por El que se hizo niño y aprendía obediencia a tu voluntad, el mismo Jesucristo nuestro Señor. Amén.

Nacimiento.

111. Dios eterno y creador nuestro, que escogiste a María para ser aquella madre por la cual tu Hijo Jesucristo fue encarnado, prepara el corazón, mente y cuerpo de esta mujer para que ella sea digna de ser la madre del hijo que Tú le darás y que ella pueda regocijarse én su maternidad, como María lo hizo con Jesucristo nuestro Señor. Amén.

112. Oh Dios nuestro, Padre celestial, que has bendecido a estos tus siervos, con el don de un hijo, concédeles te suplicamos, que ellos puedan mostrar su amor y gratitud a ti, mediante un hogar consagrado, de tal manera que su ejemplo y enseñanza pueda guiar a sus hijos en el camino de la rectitud para tu gloria; por Jesucristo nuestro Señor. Amén.

Compromiso matrimonial

113. Nuestro bendito Padre celestial, de quien viene todo amor puro, bendice a estos tus hijos que muy pronto se unirán en matrimonio, concede que las esperanzas y oraciones de sus corazones puedan ser cumplidas según tu voluntad. Unelos aun más y más en ti. Dales gracia para llevar el uno la carga del otro y concede que crezcan en amor fiel hasta el fin de sus vidas; mediante Jesucristo nuestro Señor. Amén.

114. Todopoderoso y misericordioso Padre, sin cuya ayuda no podemos hacer nada como debemos, te suplicamos que así como has traído a estas dos personas a conocerse por tu Providencia, puedas enriquecerles por tu gracia de modo que puedan en el futuro cercano entrar en el pacto de matrimonio delante de tu presencia y verdaderamente guardar sus promesas de novios comprometidos; mediante Jesucristo nuestro Señor y Salvador. Amén.

115. Concede te suplicamos misericordioso Señor, que el noviazgo de estos tus siervos sea de tal manera dirigido por ti, que ellos puedan crecer eh la comunión del uno con el otro y especialmente contigo, para que puedan estar preparados eficazmente para las responsabilidades del matrimonio; mediante tu Hijo nuestro Señor. Amén.

Matrimonio

116. Todopoderoso Señor, que has consagrado la ordenanza de matrimonio para la bendición del género humano, da gracia a estos tus siervos que se unen como esposos para que puedan ser fieles en amor el uno con el otro y vivir en obediencia a tu santa voluntad; por el honor de Jesucristo nuestro Señor y Salvador. Amén.

117. Oh Señor Jesucristo que por tu misma presencia en las bodas de Cana de Galilea santificaste el santo estado del matrimonio, envía tu bendición sobre estos tus siervos para que viviendo juntos en amor y paz perfecto puedan servirte y adorarte todos los días de sus vidas para ta gloria de tu santo nombre. Amén.

118. Oh eterno Dios, humildemente te suplicamos que mires favorablemente sobre estos tus siervos que han de unirse en el santo estado del matrimonio de acuerdo a tu ordenanza, y concede que ellos, buscando primeramente tu reino y tu justicia, puedan obtener las innumerables y maravillosas bendiciones de tu gracia; mediante Jesucristo nuestro Señor. Amén.

119. Oh Señor y Salvador Jesucristo que compartiste en Nazaret la vida de un hogar terrenal; reina te suplicamos como Señor y Rey, en el hogar de estos tus siervos. Dáles gracia para que puedan ministrar a otros como Tú haces, y concede que por palabra y obra puedan testificar de tu amor salvador a sus prójimos; por el honor de tu nombre. Amén.

Enfermedad

120. Oh Dios de amor, bendice te suplicamos a aquellos que están enfermos en sus cuerpos, especialmente a aquellos conocidos a nosotros, quienes recordamos delante de ti; haz por ellos todo lo que es para su bien y consuélales con tu presencia; mediante Jesucristo nuestro Salvador. Amén.

121. Oh Dios de toda compasión cuya mano está siempre extendida en bendición y sanidad para los enfermos, te suplicamos por estos tus siervos que hemos nombrado delante de ti que puedan ser libres de sus enfermedades y sanados por tu poder para el honor y la gloria de tu nombre; mediante Jesucristo. Amén.

122. Oh Santo Espíritu de Dios, que escudriñas todas las cosas aun las profundas de Dios y de los hombres, te suplicamos que penetres en los recónditos laberintos de la mente de esta persona enferma. Trae Señor la paz y la sanidad que solamente Tú puedes dar, despeja toda ansiedad y echa fuera todo temor; por el honor de Jesucristo nuestro Salvador. Amén.

123. Nuestro bendito Padre celestial, que conoces todas las ansiedades y temores de tus criaturas; concede que este tu siervo, pueda echar fuera, sobre ti, toda ansiedad porque Tú tienes cuidado de nosotros. Dale a él quietud de mente e inalterable confianza en ti y guíale en el camino de paz; mediante Jesucristo nuestro Señor. Amén.
 

Visitación de un enfermo

124. Oh Señor Jesús cuya fidelidad nunca falla, cuya misericordia es nueva cada mañana, acércate te suplicamos a este tu siervo .......................................... que está afligido por enfermedad y dolor, alíviale te suplicamos, y ayúdale aprovechar este tiempo de aflicción para la bendición de su alma según tu voluntad, aleja de él el temor y fortalécele en su fe. Sé Tú su salvador y su paz; mediante nuestro Señor. Amén.

Varias lecturas bíblicas
Stg. 5:7-20    p. 1125   El poder de la oración.
Jo. 14:1-14    p. 993     Jesús, el camino al Padre.
Lc. 11:1-13    p. 952     Confianza en la oración.
Hch. 3:1-10   p. 1004    El cojo es sanado por el nombre de Jesús, Muerte

125. Conforta oh misericordioso Señor, a los que lloran la pérdida de un ser querido, acompáñales en sus tribulaciones, dándoles fe para que puedan ver más allá de sus penas actuales, y para que comprendan que ni la vida ni la muerte pueden separar de tu amor a los que confían y experimentan tu gracia, hazlo por tu Hijo Jesucristo. Amén.

126. Dios de todo gracia que enviaste a tu Hijo nuestro Salvador Jesucristo para sacar a luz la vida y la inmortalidad, te damos gracias porque por su muerte destruyó el poder de la muerte y que por su gloriosa resurrección abrió el reino de los cielos a todos los creyentes, concede a cada corazón el consuelo de tu Espíritu Santo; mediante Jesucristo nuestro. Señor. Amén.

127. Misericordioso Padre que te has complacido en llevar a tu presencia el espíritu de este tu siervo, concédenos a nosotros que todavía estamos en peregrinaje por la vida que podamos caminar por fe y que sirviéndote en constancia y fidelidad podamos unirnos a él en tu presencia para gozar de tu gloria; mediante nuestro Señor y Salvador Jesús. Amén.

Los que sufren

128. Oh nuestro misericordioso Padre, te suplicamos por todos aquellos que están en desventaja para correr la carrera de la vida, los ciegos, los lisiados, los sordos y los mudos; concede que puedan conocer a Jesucristo quien es el camino, la verdad y la vida, para que tengan la esperanza de un cuerpo perfecto y eterno en tu presencio; mediante el mismo Señor y Salvador Jesús. Amén.

129. Dios amante y misericordioso, guía con bondad, te suplicamos, a los millones y millones que sufren en este día, permite que nosotros que hemos vivido resguardados y protegidos podamos identificarnos con ellos en sus necesidades haciendo todo lo que está de nuestra parte por individuos y naciones para proporcionarles ayuda y consuelo, y el mensaje de tu amor salvador; por Jesucristo. Amén.

Niños que sufren

130: Oh Dios que dices que el corazón nuestro debe ser como el de un niño si queremos entrar en tu reino, escucha nuestras oraciones por los niños que sufren a causa del pecado, el odio y la estupidez de los hombres y las mujeres; en tu misericordia da lo que les ha sido quitado. Levanta padres para los huérfanos y madres para los desamparados, amigos para les abandonados y concédeles el conocimiento de tu Hijo, quien puede suplir todas las necesidades de nuestras almas; por el mismo Jesucristo tu Hijo. Amén.

Hambrientos

131. Oh misericordioso Cristo cuyo corazón fue movido a misericordia por el hambre de las multitudes y usaste a tus discípulos para ministrar a sus necesidades, llénanos con tu amor para que podamos ser instrumentos en tus manos para llenar e mundo de tu mensaje, tu gracia y tu amor, Tú que eres el pan de vida. Amén.

Refugiados

132. Dios eterno que eres el creador de todas las cosas y Señor de toda carne, te suplicamos que mires con misericordia sobre los refugiados, que llevan sobre sus cuerpos y mentes las marcas de las guerras, el dolor y la muerte. Concede que nosotros tus hijos podamos, darle el mensaje de paz, de amor y de consuelo, que Jesucristo tu Hijo nos encomendó para la gloria de tu nombre y la salvación de los pecadores. Amén.

Catástrofe

133. Oh Dios que eres el ampare y fortaleza, el pronto auxilio en las tribulaciones de todos aquellos que confían en ti, ten misericordia, te rogamos, de todos aquellos que han sufrido las calamidades de esta catástrofe y te suplicamos les hagas conocer tu gracia, tu bondad y tu salvación; mediante Jesucristo nuestro Señero Amén.

IV. ACCION DE GRACIAS Y LETANIAS

Acción de Gracias General

134. Nosotros, tus indignos siervos, te damos humildes y sinceros gracias por toda tu bondad, benignidad y favor para con nosotros y con todos los hombres. Te bendecimos por nuestra creación, preservación y todos los bienes de esta, vida, especialmente por tu inmenso amor en la redención del mundo por nuestro Señor Jesucristo, por los medios de gracia, y la esperanza de gloria.
Danos pleno conocimiento de todas tus misericordias para que nuestros corazones sean llenos de pura gratitud, y así alabemos tu nombre con nuestros labios y nuestras vidas, entregándonos enteramente a tu servicio, caminando ante ti en santidad y justicia cada día de nuestra vida; mediante Jesucristo, nuestro Señor, a quien contigo y el Espíritu Santo sea toda alabanza, honor y gloria, por los siglos de los siglos. Amén.

Alternativo en La Santa Cena

135. Es verdaderamente digno y justo que en todo tiempo y en todos lugares te demos gracias, oh Señor, santo Padre, omnipotente y eterno Dios.
Tú, al principio, creaste al hombre y le pusiste sobre las obras de tus manos.
Tú, cuando él se rebeló, mostraste misericordia, apartando un pueblo para tu gloria, haciendo el pacto con él y librándolo de Egipto.
Tú, cuando habíamos añadido pecado a pecado, enviaste a tu Hijo único, que se humilló hasta la muerte de la cruz para salvar a los pecadores.
Tú, cuando Jesús había perfeccionado nuestra salvación le resucitaste de entre los muertos, exaltándole hasta lo sumo, y derramando sobre su Iglesia el Espíritu Santo. Amén.

Por la restauración de la salud

136. Omnipotente Dios, nuestro Padre celestial, te damos gracias porque bondadosamente te has dignado librar de su enfermedad a esta persona por quien en presencia de tu pueblo bendecimos y alabamos tu nombre; concede te rogamos que con tu ayuda viva fielmente en este mundo, y en la vida venidera participe de la gloria eterna, por Jesucristo. Amén.

Abundancia

137. Oh misericordiosísimo Padre, que por tu bondad has oído las peticiones de tu Iglesia y has vuelto nuestra escasez en abundancia; dámoste humildes gracias por esto tu especial bondad, suplicándote continúes tu benignidad con nosotros, para que nuestra tierra nos produzca sus frutos con aumento para tu gloria y nuestro consuelo; mediante Jesucristo nuestro Señor. Amén.

Lluvia

138. Oh Dios, nuestro Padre celestial, que por tu benigna providencia haces descender sobre la tierra la lluvia para que dé fruto para el uso del hombre; te damos humildes gracias porque te agradaste en nuestra gran necesidad enviarnos finalmente una lluvia oportuna; mediante Jesucristo. Amén.

Buen tiempo

139. Oh Señor Dios, que nos has humillado con la calamidad de lluvias excesivas; te damos gracias que ahora nos prodigas buen tiempo; alabamos y glorificamos tu santo nombre por ésta tu misericordia; mediante Jesucristo Señor nuestro. Amén.

Después del alumbramiento

140. Oh Dios todopoderoso, te damos humildes gracias porque te has dignado preservar ante el gran dolor y peligro del alumbramiento a esta tu sierva, que desea ofrecerte sus alabanzas y acciones de gracias. Concede te suplicamos que con tu ayuda viva fielmente conforme a tu voluntad en esta vida y que en el mundo venidero sea también partícipe de la gloria eterna; por el Señor Jesucristo nuestro Salvador. Amén.

Obra misionera

141. Nuestro Padre celestial, gracias te damos por todos tus siervos que han llevado la luz de tu Evangelio a los más apartados rincones de la tierra, te alabamos por su testimonio, palabra y obra. Concédenos a nosotros valentía de testificar de ti, aquí donde estamos para la salvación de los perdidos; mediante tu Hijo nuestro Salvador. Amén.

Por el feliz regreso de un viaje

142. Misericordioso Señor, cuyo bondad se manifiesta en todas tus obras, alabamos tu santo nombre por haberte dignado conducir a este tu siervo con seguridad a través de todos los riesgos y peligros de este viaje, haz que reconozco debidamente tu misericordiosa Providencia y que siga siempre demostrando su gratitud por una vida para la gloria de tu nombre; por Jesucristo nuestro Señor. Amén.
 

143. Oración alternativa para la Santa Cena, para toda la Iglesia de Cristo militante aquí, en la tierra:

Ministro: Omnipotente y eterno Dios que por tu santo Apóstol nos has enseñado a hacer oraciones y súplicas, y darte gracias por todo el género humano; pedímoste con toda humildad, que te dignes aceptar éstas nuestras oraciones que ofrecemos a tu divina majestad; suplicándote que continuamente inspires a la Iglesia Universal, con el espíritu de verdad, unión y concordia; y que concedas a todos los que confiesan tu santo nombre, que convengan en la verdad de tu santa Palabra, y vivan unánimes y en caridad fraternal.

Todos: Señor, en tu misericordia escucha nuestra oración.

Ministro: Así mismo, te suplicamos que de tal manera dirijas y dispongas los corazones de todas las autoridades (y especialmente el del Presidente de nuestra república), que puedan hacer justicia con toda equidad, para el castigo de los vicios y maldades, y la exaltación de tu verdadera religión y de la virtud.

Todos: Señor, en tu misericordia escucha nuestra oración.

Ministro: Da gracia oh Padre celestial, a todos los Obispos y otros Ministros de tu Iglesia, para que puedan, tanto con su vida como con su doctrina, presentar al mundo tu Palabra de verdad y de vida, y administrar recta y debidamente tus santos sacramentos.

Todos: Señor, en tu misericordia escucha nuestra oración.

Ministro: Y a todo tu pueblo da tu gracia celestial; especialmente a esta congregación aquí presente; a fin de que, con humildad de corazón y debida reverencia, puedan oír y recibir tu santa Palabra; sirviéndote fielmente en santidad y justicia todos los días de su vida.

Todos: Señor, en tu misericordia escucha nuestra oración.

Ministro: Y te suplicamos muy humildemente, que por tu bondad, oh Señor, te dignes consolar y socorrer a todos aquellos que en esta vida transitoria se hallan angustiados, tristes, necesitados, enfermos o en otra cualquier adversidad, especialmente ................................

Todos: Señor, en tu misericordia escucha nuestra oración.

Ministro: Y así mismo bendecimos tu santo nombre por todos tus siervos que han partido de esta vida en tu fe y temor; suplicándote nos des gracia para seguir de tal manera sus buenos ejemplos, que con ellos seamos partícipes de tu reino celestial. Concédenos esto, oh Padre, por amor de Jesucristo, nuestro solo mediador y abogado. Amén.
 

144. La Letanía

Ministro: Oremos al Señor:
Por la paz que viene de lo alto, por la salvación de los hombres; a fin de que la justicia, la clemencia y la verdad, reinen en todos los pueblos y naciones.

Todos : Escúchanos Señor.

Ministro: Por los Obispos y demás Ministros, especialmente por nuestro Obispo ....................................., y por todos los que están a tu servicio en esta región; a fin de que, por vida y enseñanza, den testimonio de tu palabra y ministren fielmente tus sacramentos.

Todos : Escúchanos Señor.

Ministro: Por todos los que ejercen autoridad en este país y en todo el mundo, especialmente por el Presidente de nuestra República ······························, a fin de que, en tu santo temor, gobiernen a los pueblos con sabiduría, justicia y paz.

Todos : Escúchanos Señor.

Ministro: Por todos los hogares y la vida familiar: que los padres se amen el uno al otro, y críen a sus niños en tus caminos para el bienestar de esta nación.

Todos : Escúchanos Señor.

Ministro: Por los que trabajan en el comercio y en la industria, especialmente por los que desempeñan trabajos peligrosos o abrumadores; por los que trabajan en las labores domésticas y en el cuidado de los niños; para que sean dignos de la vocación de servirte a ti y a sus semejantes.

Todos : Escúchanos Señor.

Ministro: Por los agricultores y trabajadores forestales: por los que cosechan el fruto de la tierra y los riquezas del mar, y para que sepamos hacer buen uso de los bienes de la creación; a fin de que los hombres, libres del azote del hambre y de las calamidades, contemplen tu gloria en todas tus obras.

Todos : Escúchanos Señor.

Ministro: Por todos los que en esta vida transitoria se hallan en peligro aflicción, tristeza, necesidad, enfermedad o en cualquiera otra adversidad y especialmente por tu(s)siervo(s) ................................................., a fin de que Tú lo(s) consueles y alivies según sus necesidades.

Todos : Escúchanos Señor.

Ministro: Por todo tu pueblo, y especialmente por los que te adoran en este lugar; a fin de que, con fe, respeto y santo temor, te sirvan con alegría y de buena voluntad, todos los días de su vida.

Todos : Escúchanos Señor.

Ministro: Por todo tu pueblo que ha partido de esta vida, te damos gracias, oh Señor, suplicándote que siguiendo sus buenos ejemplos seamos con ellos partícipes de tu reino celestial; mediante Jesucristo nuestro mediador y abogado. Amén.
 

145. Oración por todos los hombres según sus necesidades, y el Pueblo de Dios en todos los lugares.

Oremos por la Santa Iglesia Universal de Cristo; esparcida por todo el mundo, especialmente

Por su unidad en testimonio y servicio,
Por todos los Obispos y demás Ministros y por el pueblo al que sirven. Por N ........................... , nuestro Obispo, y por todos los miembros de esta diócesis,
Por todos los cristianos en esta comunidad,
Por los que se preparan para el bautismo y la confirmación, (especialmente ...........:..............................),

Para que Dios, confirme a su Iglesia en la fe,
la acreciente en el amor, y la preserve en la paz.

Silencio

Omnipotente y eterno Dios, cuyo Espíritu gobierna y santifica toda la compañía del pueblo fiel; recibe las súplicas que ofrecemos en tu presencia por todos los miembros de tu santa Iglesia, para que, en su vocación y ministerio. te sirvan con verdad y consagración para gloria de tu nombre; por nuestro Señor y Salvador Jesucristo. Amén.

Oremos por todas las naciones y pueblos de la tierra, y por todas sus autoridades; especialmente:

Por las miembros del Poder Ejecutivo en este país,
Por el Poder Legislativo,
Por el Poder Judicial,
Por los miembros y representantes de las Naciones Unidas,
Por todos cuantos sirven al bien común de los hombres.

Para que con la ayuda de Dios busquen la justicia y la verdad, y sirvan en paz y concordia.

Silencio

Dios, omnipotente, de ti proceden todos los pensamientos de verdad y paz; te imploramos que enciendas en los corazones de todos los hombres el verdadero amor a la justicia y a la paz; que guíes con tu sabiduría a cuantos deciden los destinos de las naciones de la tierra, para que avance tu reino en paz, hasta que toda la tierra esté llena del conocimiento de tu amor; por Jesucristo nuestro Señor. Amén.

Oremos por todos los que sufren, por los afligidos en el cuerpo y los angustiados en el alma; especialmente,

Por los que carecen de pan y hogar,
Por los olvidados y los oprimidos,
Por los enfermos, los heridos y los inválidos,
Por los que se encuentran solos, en temor y angustia,
Por los que sufren tentación, duda y desesperación,
Por los encarcelados y por los perseguidos,
Por los que se hallan en peligro de muerte,
Por los atribulados y acongojados,

Para que, en su bondad amorosa, Dios los consuele y socorra, les concedo el conocimiento de su amor, y estimule en nosotros el deseo y el ánimo para servir a sus necesidades.

Silencio

Dios bondadoso, Tú ves el sufrimiento, la injusticia y la miseria que abundan en este mundo; te imploramos que vuelvas tu mirada compasiva sobre los pobres, oprimidos y agobiados por el dolor y la congoja. Llena nuestros corazones de tu compasión, y danos fortaleza para servirles en su necesidad, por el amor de Aquél que sufrió por nosotros, nuestro Salvador Jesucristo. Amén.

Oremos por cuantos no han recibido el Evangelio de Cristo, por ignorancia o incredulidad; especialmente,

Por los que nunca oyeron la Palabra de Cristo,
Por los que han perdido la fe,
Por los encallecidos a causa del pecado ola indiferencia,
Por los que desprecian y hacen escarnio del Evangelio,
Por los que son enemigos de lo Cruz de Cristo, y perseguidores de sus discípulos,
Para que Dios obra sus corazones a la verdad, y los conduzco a la fe y la obediencia.

Silencio

Dios bondadoso, que hiciste a todos los hombres y no aborreces nada de cuanto has creado; que no deseas la muerte del pecador, sino que se convierta y viva; ten piedad de cuantos no te conocen. Descorre el velo de la ignorancia, disuelve la dureza de todo corazón, perdono el desprecio a tu Palabra. Señor bueno, devuelve a todos los hombres a su patria verdadera, a tu redil, para que sean un solo rebaño bajo un solo pastor, tu Hijo Jesucristo, nuestro Señor. Amén.

V. ORACIONES Y VERSICULOS ALTERNATIVOS PARA EL CULTO

Versículos alternativos para comienzo del Culto

Exhortación y Aliento

«Mas la hora, viene, y ahora es, cuando los verdaderos adoradores adorarán al Padre en espíritu y en verdad. Dios es espíritu; y los que le adoran en espíritu y en verdad es necesario que adoren».
 

Confesión y Arrepentimiento

«Los sacrificios de Dios son el espíritu quebrantado; al corazón contrito y humillado no despreciarás tú, oh Dios».
 

LA OFRENDA

146. Oh Señor, todo es tuyo y de lo recibido de tu mano te damos; concede que de tal manera podemos dar para la extensión de tu evangelio que muchos puedan llegar al conocimiento de tu Palabra y la salvación que hay en tu Hijo Jesucristo. Amén.

147. Concede, misericordia Señor, que los ofrendas que entregamos en tus manos sean la expresión sincera de nuestros corazones y nuestras vidas entregadas enteramente a tu servicio; mediante Jesucristo nuestro Señor. Amén
 

148.
Ministro: Las ojos de todos esperan de ti, oh Señor
Todos: Y Tú les das su tiempo
Ministro: Abre tu mano.
Todos: Y colmas de bendición a todo ser viviente.
Ministro: Te alaben, oh Jehová, todas tus obras.
Todos: Y tus santos te bendigan. Aleluya gloria a ti.
 

149.
Ministro: Todo viene de ti, oh Señor.
Todos : Y de tu mano te lo damos.
Ministro: De todo corazón y con alegría te lo ofrecemos, oh Señor.
Todos: Que tu reino sea extendido y tu nombre honrado.
 

LA PREDICACION

150.
Misericordiosa Señor, que eres el que prepara el corazón del nombre para inquirir tu ley y para cumplirla, concede que de tal manera tu Palabra predicada llegue hasta nuestros corazones que podamos hacer tu voluntad; mediante el poder del Espíritu Santo. Amén.

151.
Todopoderoso Dios, que hiciste que de las tinieblas resplandeciese la luz, te rogamos que ilumines nuestros corazones con la luz del conocimiento de tu gloria en la faz de Jesucristo; mediante tu palabra poderosa y preciosa. Amén.

152.
Poderoso Señor, toma Tú labios y habla por medio de ellos, toma Tú nuestras mentes y ayúdanos a pensar tus pensamientos, toma Tú nuestros corazones y enciéndelos con tu amor; mediante tu Hijo Jesucristo. Amén.

153.
Concede, oh Señor, que los dichos de mi boca y las meditaciones de nuestros corazones, sean gratos delante de ti, para gloria tuya y edificación de nuestros espíritus. Amén.
 

BENDICIONES Y DOXOLOGIAS

154.
Que el amor de nuestro Señor Jesucristo nos una a El, más y más que su poder nos fortalezca para servirle con alegría y que la bendición del omnipotente Dios, Padre, Hijo y Espíritu Santo, sea con nosotros y more con nosotros ahora y siempre. Amén.
 

155.
El Señor te bendiga y te guarde, el Señor haga resplandecer su rostro sobre ti, y tenga de ti misericordia, el Señor alce sobre ti su rostro y ponga en ti paz, ahora y para siempre. Amén.
 

156.
El Dios de toda paciencia y consolación os dé entre vosotros un mismo sentir, según Cristo Jesús, para que unánimes glorifiqueis al Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo. Amén.
 

157.
Y Aquel que es poderoso para hacer todas las cosas mucho más abundantemente, que lo pedimos o entendemos según el poder que actúa en nosotros, a El sea gloria en la iglesia en Cristo Jesús por todas las edades por los siglos de los siglos. Amén.
 

158.
Que el Señor nos haga crecer y abundar en amor unos para con otros, y para con todos, y que sean afirmados nuestros corazones irreprensibles en santidad delante de Dios nuestro Padre, en la venida de nuestro Señor Jesucristo con todos sus santos. Amén.
 

159.
El mismo Dios de paz os, santifique por completo y todo vuestro ser, espíritu, alma y, cuerpo, sea guardado, irreprensible para la venida de nuestro Señor Jesucristo. Amén.
 

160.
El mismo Jesucristo, Señor nuestro, y Dios, nuestro Padre, el cual nos amó y nos dio consolación eterna y buena esperanza por gracia, conforte nuestros corazones y os confirme en todo buena palabra y obra, ahora y siempre. Amén.
 

161.
Al Rey de los siglos, inmortal, invisible, al único y sabio Dios, sea honor, y gloria por los siglos de los siglos. Amén.
 

162.
El Dios de paz que resucitó de los muertos a nuestro Señor Jesucristo, el gran pastor de los ovejas, por la sangre del pacto eterno, os haga aptos en toda buena obra para que hagáis su voluntad, haciendo El en nosotros lo que es agradable delante de El; por Jesucristo al cual sea la gloria por los siglos de los siglos. Amén.
 

163.
El Dios de toda gracia, que nos llamó a su gloria eterna en Jesucristo después que hayáis padecido un poco de tiempo, el mismo os perfeccione, afirme, fortalezca y establezca, a El sea la gloria y el imperio por los siglos de los siglos. Amén.
 

164.
A El que es poderoso para guardarnos sin caída y presentarnos sin mancha con gran alegría, al único y sabio Dios nuestro Salvador, sea gloria y majestad, imperio y potencia ahora y por los siglos. Amen.
 

165.
Jesucristo el testigo fiel, el primogénito de los muertos y el soberano de los reyes de la tierra, al que nos amó y nos lavó de nuestros pecados con su sangre y nos hizo reyes y sacerdotes para Dios su Padre, a El sea la gloria e imperio por los siglos de los siglos. Amén.

166.
A Dios Padre quien primero nos amó y nos hizo aceptos en el Amado; a Dios Hijo, quien nos amó y nos lavó de nuestros pecados en su sangre; a Díos el Espíritu Santo quien derrama el amor de Dios en nuestros corazones, sea todo honor y gloria ahora y por la eternidad. Amén.

167.
Que el amor del Señor Jesucristo nos lleve a El que el poder del Señor Jesucristo nos fortalezca en su servicio; que el gozo del Señor Jesucristo llene nuestras almas, y que la bendición del Omnipotente, del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo sea con todos nosotros y more con nosotros para siempre. Amén.

168.
La paz de Dios que sobrepasa a todo entendimiento guarde vuestros corazones y mentes en el conocimiento y amor de Dios, y de su Hijo Jesucristo nuestro Señor: y la bendición de Dios omnipotente, el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo, sea con vosotros, y more con vosotros; eternamente. Amén.