CULTO DE PREPARACION PARA LA SANTA CENA
Este culto puede celebrarse la noche antes de la celebración de la Santa Cena o en la mañana del mismo dia.
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1. INTRODUCCION
Ministro: Los ojos de todos esperan en tí, oh Señor. Y Tú les das su comida a su tiempo.
Todos: Abres tu mano y colmas de bendición a todo ser viviente.
Ministro: Cercano está Jehová a todos los que le invocan, a todos los que le invocan de veras.
Todos: Cumplirá el deseo de los que le temen; Oirá así mismo el clamor de ellos, y los salvará.
Ministro: Bendito Dios cuyo amor es invariable, y que siempre nos colma con innumerables medios de gracia; complácete en mirarnos con tu favor al adorarte en la comunión de la fe. Tú nos invitas a tu mesa; ayúdanos a contestar tu llamado humildemente y a acercarnos a tu presencia con corazones preparados para las bendiciones que Tú tienes dispuestas para aquellos que verdaderamente te buscan.
Todos: Somos indignos, oh Señor, de la mas pequeña de tus misericordias, sin embargo, Tú preparas para nosotros las más grandes. Seria gracia mayor de lo que podemos imaginar si Tú solamente nos perdonas; sin embargo es tu bondad todavía más maravillosa; Tú nos llevas a la casa del banquete y tu bandera sobre nosotros es amor.
Prepáranos pues para esta fiesta a la cual Tú nos invitas; aumenta nuestra fe y amor; despierta nuestros mejores deseos; concede a nuestros corazones hambre por ti, fe para alimentamos de ti y gracia para comprender que Tú estás con nosotros y nosotros contigo. Asegúranos de que somos aceptos en el Amado; que ningún temor nos prive de tu paz, y ninguna duda de tu aceptación de nosotros empañe el gozo y la comunión. Concédenos la dirección del tierra espíritu te suplicamos, para que nuestras mentes estén abiertas a la verdad como es en Jesús, y nuestros corazones sean alimentados en fe y amor; te suplicamos esto por medio de Aquel por cuyo sacrificio somos hechos cercanos, aún Jesucristo nuestro Señor. Amén.
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Introduction |
2. PALABRA DE DIOS
Lecturas alternativas;
Mt. 26:17-29 p. 906 |
Cristo instituye la Santa Cena. |
Jn. 19:17-30 p. 998 |
La crucifixión de Cristo. |
I Co. 11 :17-26 p. 1061 |
Abusos de la Santa Cena. |
I Co. 11 :23-24 p. 1061 |
Peligros en la Santa Cena. |
I Ca. 13:1-13 p. 1063 |
Características del amor. |
11 Ca. 5:11·21 p. 1070 |
La reconciliación en Cristo. |
I P. 2:11-25 p. 1127 |
El ejemplo de Cristo. |
Exhortación
La que sigue o una de página 41.
Ministro: Amados, es justo que nosotros que vendremos a la mesa del Señor debemos tomar muy en serio el misterio de este sacramento. Este es el misterio: que Cristo verdaderamente nos da su cuerpo y sangre como alimento y bebida de vida eterna. El buen Pastor ha dado su vida por las ovejas; El que era sin mancha murió por los pecadores. El novio se dió a si mismo para su novia la Iglesia. En obediencia a la voluntad del Padre y en amor infinito por nosotros, el sumo sacerdote se ha ofrecido a sí mismo como el perfecto sacrificio. Por su muerte ha eliminado todo lo que impedía nuestra comunión con Dios el Padre, para que podamos ser ciertamente sus hijos, ser sostenidos por su amor, ser guiados por él todos los días de nuestra vida, y regocijarnos en la esperanza de su gloria.
Si cualquier hombre no aplica este a su corazón, sino que está empeñado a continuar en pecado e iniquidad, que no se acerque a la mesa del Señor, Que cada persona se examine a si mismo y así coma ese pan y beba esa copa. La dignidad que el Señor requiere de nosotros es aquella del verdadero dolor por nuestros pecados y el encontrar en El el gozo y la salvación. Porque venimos a esta cena no como justos en nosotros mismos, sino confiando en la justicia de Cristo nuestro Salvador. El nos invita a participar en su santo alimento.
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Word of God |
3. ORACIONES
Se elige una o más de estas
Ministro: Dios santo; si decimos que no tenemos pecado, nos engañamos a nosotros mismos, y la verdad no está en nosotros. Si confesamos nuestros pecados, Tu eres fiel y justo para perdonarnos de nuestros pecados y limpiarnos de toda maldad. Ten misericordia de nosotros, te suplicamos, porque reconocemos nuestros transgresiones. Estamos avergonzados y acongojados por la dureza de nuestros corazones, lo débil de nuestra fe y la vanidad de nuestra vida. Tú nos has llamado a la santidad, pero no hemos sido santos, ni hemos amado tu voluntad como debemos. Nos hemos desviados muy fácilmente por los engaños del mal, y hemos sido traicionados por nuestra soberbia; y aunque Tú nos has redimido por la preciosa sangre de Cristo, sin embargo hemos sido atrapados por nuestros antiguos pecados. Amén.
Todos: Misericordioso Padre: no podemos evitar tu mirada escrutadora, ni podemos esconder las heridas de nuestra conciencia. Miranos con piedad porque nos dolemos de nuestros fracasos. Dános espíritus contritos. Aunque hemos demostrado que somos débiles y errados, no nos dejes caer en el desaliento. Nuestro corazón nos condena, pero Tú eres mayor que nuestro corazón y tus misericordias son infinitas. Limpianos, te suplicamos, de toda iniquidad y haz que tu misericordia nos sane. Inspiranos a un nuevo esfuerzo en esa vida en Cristo a la cual, en tu amor, hemos sido llamados. Amén.
Ministro: Señor que absuelves a todos aquellos que verdaderamente se arrepienten y sinceramente creen tu santo evangelio: te suplicamos que nos hagas participes en tu mesa de la grandeza de tus espirituales misericordias que recibimos en tu Hijo nuestro Señor, para que en lo que hemos sido débiles, podamos ahora ser fuertes; donde hemos sido desalentados o desesperados, podamos ser valientes y esperanzados; donde hemos fallado, podamos ahora ser victoriosos; donde hemos dado lugar a pecados que nos acosan, podamos ahora ganar triunfos notables y definitivos. Tú que nos redimiste por la ofrenda del cuerpo de Jesús una vez para siempre, santifícanos, aun a nosotros, oh Padre celestial. Cúmplenos tus benignas promesas, y obra en nosotros todo lo que es agradable en tu presencia; mediante Jesucristo nuestro Señor. Amén.
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Prayers |
4. PREPARACION
Aquí el ministro puede incluir una breve meditación.
Salmo o Himno
Ministro: Bondadoso Dios, que nos estás llamando al sacramento del cuerpo y sangre de Cristo, y nos ofreces en El renovado perdón y vida eterna; concédenos corazones consagrados y deseosos para que podamos recibir con humildad los dones de tu gracia. Revístenos con la justicia de Aquel que tan generosamente se dió a sí mismo por nosotros. Vivifica con tu Espíritu nuestro anhelo de alimentarnos de Cristo por fe, y permite que El sea el alimento y la bebida de nuestras almas. Fortalécenos con la fe de que tus promesas serán cumplidas a tu pueblo que espera, y de que Tú harás por nosotros mucho más abundantemente de lo que pedimos o entendemos. Amén.
Todos Oh amante Padre, en cuya voluntad está nuestra paz y gozo: mantennos fervientes en espíritu al pensar que nos reuniremos en tu mesa. Pedimos de que todos aquellos que con nosotros confesarán a su Señor y Salvador puedan enunciar su muerte de acuerdo a su mandamiento y se adhieran a él con todo su corazón. Ya que El está entre nosotros en el poder de su resurrección, que El se dé a conocer en el partimiento del pan. Te lo pedimos para la la gloria de su nombre. Amén.
Himno
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Preparation |
5. BENDICION
Ministro: Que el Señor te bendiga y te guarde, el Señor haga resplandecer su rostro sobre ti y tenga de ti misericordia, el Señor alce sobre ti su rostro y ponga en ti paz, ahora y para siempre. Amén.
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Blessing |
EXHORTACIONES RELACIONADAS CON LA SANTA CENA
Según la necesidad de la congregación se puede usar estas exhortaciones al dar aviso de una próxima administración de la Santa Cena, especialmente antes de los grandes festivales o en el culto de preparación.
l. Hermanos en Cristo, es nuestro deber recibir la Santo Cena dignamente, recordando con gratitud la bondad de nuestra Padre celestial por darnos a su Hijo, tanto para morir por nosotros como para ser nuestro alimento espiritual en este reconfortante Sacramento. Considerad, por tanta, el peligro de atreverse a recibir tan santa cosa indignamente, y prepárense a venir a su banquete celestial en el traje de novia sin mancha que es requerido por Dios en las Escrituras. La forma de prepararse, es, examinando sus vidas por la regla de los mandamientos de Dios, y dondequiera que descubran que han ofendido su ley por palabra, voluntad a acción, deben arrepentirse y confesar su pecado contra El, resolviendo enmendar la vida. Si te das cuenta de que no sólo has ofendido a Dios, sino también a tus vecinos, debes pedir también su perdón, y restaurar el daño en todo lo que esté a tu alcance. Debes además estar preparado para perdonar a cualquiera que te ha ofendido, de otro modo no puedes esperar que Dios te perdone tus faltas. Y no debes recibir, ciertamente, la Santa Cena sin el perdón de Dios, a simplemente vas a agregar más al juicio bajo el cual ya te encuentras. Así que, si eres un blasfemo a enemigo del Evangelio, si odias o envidias a alguien o eres culpable de adulterio o cualquier otro pecado, arrepiéntete, o aléjate de la Mesa del Señor. Recuerda lo que le pasó a Judas.
2. Hermanos en Cristo, aquellos que estén debidamente instruidos están todos invitados a estar presentes en la Santa Cena, y les pido, por causa de nuestro Señor Jesucristo, no negarse. Si un hombre tuviese preparado un banquete, y los invitados fuesen tan desagradecidos que sin ninguna razón se negaron o venir, él con justo derecho estaría indignado. Así, pues, cuídense para no provocar la indignación de Dios, que tan afectuosamente les invita a su Santa Cena. El no lo considerará profano, si existe una buena excusa. Aquellos que despreciaron el banquete en el Evangelio, porque habían comprado un campo o ganado, o se habían casado, sus excusas no fueron justificadas. Y si alguno de Uds. dice, «Soy un gran pecador y tengo miedo de venir», ¿por qué no se arrepiente y corrije sus pasos? Ya que deseas tu propia salvación, yo te pido que vengas. Y cuando vengas, recibe; «Beban de ésto, todos Uds.», dijo nuestro Señor. «Somos un cuerpo, porque todos compartimos un solo pan», dijo San Pablo. Quedarse sin recibirlo es burlarse de la ley de Cristo. Es mejor quedarse lejos que hacer eso. Pero si permaneces a sí, considera de quién te estás alejando: del Hijo de Dios, quien gratamente dió su vida muriendo en la cruz por tu salvación, y te pidió que recibieras comunión en su Mesa en recuerdo de su sacrificio; y de tus hermanos en Cristo, que se congregan a compartir en el alimento celestial. Considera esto, y por la gracia de Dios, llegarás a un mejor entendimiento.
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GUIA DE PREPARACION PERSONAL PARA LA SANTA CENA
Como prepararse para este Sacramento
Debemos pensar lo qué es la Santa Cena.
Debemos pensar lo qué significa la Santa Cena.
Debemos pensar lo qué nosotros en ella vamos a decir al Señor y a otros.
Debemos pensar lo qué se requiere de nosotros.
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I. LO QUE ES
1. Es una Señal del Pacto de Dios
La Cena consiste en unas acciones exteriores (partir y comer el pan, derramar y tomar el vino) que son destinado a hablarnos directamente del Señor, de su muerte, de su perdón y de su presencia. La Cena es un sello del Pacto de Dios, el cual incluye muchas bendiciones prometidas para su pueblo. En particular, estamos reclamando estas promesas para nosotros.
2. Es una Ayuda Visual
Provista por el Señor para mostrarnos que El nos salvó por su cuerpo quebrantado y su sangre derramada.
3. Es un Encuentro Especial
El pan y el vino son símbolos del cuerpo y sangre de Jesús. Por medio de nuestra participación (no solamente en forma física, sino con fe viva) tenemos una comunión directa y personal con el Señor.
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What it is |
II. LO QUE SIGNIFICA
l. Significa un Acto de Obediencia
Estamos cumpliendo lo que El dijo: «haga esto, tome, coma, beba de esto».
2. Significa Aceptación del Sacrificio de Cristo por nuestro perdón
El pan y vino como símbolos del Cuerpo y Sangre de Cristo representan la vida de Cristo sacrificada por nosotros en su muerte. En participar estamos recibiendo éstos, personalmente por el perdón de nuestros propios pecados. Cristo mismo ha resucitado entonces estos símbolos nos llaman a tener fe
en el único sacrificio que se realizó en la obra terminada en la cruz.
3. Significa Alimentación Espiritual
«Coma y beba» significa venir a Jesús y confiar en El por su vida resucitado. Significa apreciarlo a El no solamente como medio de nuestro perdón y paz con Dios, sino también como nuestra victoria constante y el poder contra el pecado, el mundo y el diablo. Estamos recibiéndole a El como nuestro
vida y alegría aun en la muerte.
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What it means |
III. LO QUE DECIMOS A CRISTO Y A OTROS
a) A CRISTO
1. Acción de gracias
Darle gracias y alabarle por su muerte y por su salvación y por todas sus bendiciones.
2. Compromiso a la Fidelidad
Ofrecer nuestros cuerpos y almas a Dios como un sacrificio vivo, santo, agradable a Dios. «Sacramento» en latín era la promesa jurada del soldado a su comandante o emperador. Aquí en la Comunión nos comprometemos de nuevo con nuestro comandante y Rey Jesús.
b) A OTROS
l. Comunión
Esta Comunión no es sólo con el Señor sino con otros. Mientras nos arrodillamos juntos como miembros de UN cuerpo, del cual Cristo es la Cabeza — pensamos en la unión, la paz y el poder que tenemos juntos en Cristo. La Comunión debe ayudarnos a servir y soportar los unos a los otros en la vida diaria.
2. Proclamación
Proclamamos los unos a los otros y a todo el mundo de las buenas nuevas de Cristo. I Cor. 11:26, «De tal manera que hasta que venga el Señor, ustedes proclaman su muerte cada vez que comen de este pan y beben de esta copa».
3. Predicción
Vemos en este versículo que participaremos en la Comunión hasta que venga el Señor. Cada Comunión es una profecía, una predicción de su regreso glorioso: que El volverá de la misma manera que El se fue al cielo.
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What we say to Christ and to others |
IV. LO QUE SE NOS REQUIERE
DE NOSOTROS LOS PARTICIPANTES
Prepararse antes de ir a la iglesia, y también antes del culto en la iglesia.
a) Examinar nuestra vida. Leer I Cor. 11 :27-34 especialmente v. 28. Después de leer I Cor. 13 y Gál. 5:22-23 preguntarse si ha cumplido todo lo que sale aquí.
b) Arrepentirnos de nuestros pecados y cambiar la antigua actitud.
c) Confiar en la misericordia de Dios de perdonarnos en Cristo.
d) Darle gracias por su perdón.
e) Estar en amor y buenas relaciones con todos. Mateo 5:23-24.
Al participar en la Mesa del Señor es muy necesario que confíe completamente en el perdón y la misericordia de Dios. Si uno no puede tranquilizar su conciencia por su comunión personal con Dios pero todavía continúa con escrúpulos y dudas debería ir donde un ministro sensato y aliviar su mente, para que así pueda recibir absolución y consejo espiritual del ministerio de la Palabra de Dios.
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What is required of us as participants |
INTRODUCCION Y DIRECCIONES PARA LA ADMINISTRACION DE LA SANTA CENA
El orden de este culto ha sido el resultado de varios años de estudio y experimentación dentro de la Diócesis. Durante su preparación ha existido un estrecho contacto con los principales grupos de revisión litúrgica dentro de la Comunión Anglicana; en especial las muy alentadoras sugerencias y comentarios de la Comisión Litúrgica en Inglaterra y de Latimer House en Oxford han sido muy apreciadas, aunque las responsabilidades por la forma final recae enteramente sobre nosotros.
El orden del culto presenta cierto número de simplificaciones y cambios pequeños en contraste con muchos otros cultos Anglicanos a través del mundo. No ha existido el deseo de salirse de las normas por el solo hecho de la novedad o la independencia, solo que ha existido un constante deseo de ser inteligible, bíblico y pertinente a las necesidades de una iglesia joven en América latina.
Se ha omitido el uso de títulos griegos o latinos tales como Kyrie, Gloria in Excelsis, etc., por estas mismas razones ya mencionadas. El título «Santa Cena» ha sido usado consistentemente para este culto, aun cuando se podría aceptar otros títulos al enfatizar otros aspectos de este sacramento; por ejemplo, «La Santa Comunión» (compañerismo), «Lo Cena del Señor» (alimentación), «La Eucaristía» (acción de gracias). El culto no se llama «Misa» debido a que tal título implica un rol sacrificial para la expiación de los pecados por parte del presbítero e incluiría el concepto de la transubstanciación; doctrinas que nos parecen completamente ajenas a la clara enseñanza del Nuevo Testamento.
En algunas ocasiones en que se estime conveniente o edificante y el Espíritu así lo dirige, el ministro pueda dar oportunidad para el «Beso Santo» o el «Abrazo de Amor», esto se puede incluir dentro del párrafo 5 (Arrepentimiento), antes de la respuesta congregacional o antes del párrafo 13 (Despedida).
Este culto tiene la autorización oficial del Obispo de la Diócesis. Esto implica una norma doctrinal y una conformidad general dentro de las diferentes congregaciones, pero no se pretende demandar una adhesión legalista a cada detalle del culto. Se desea tener flexibilidad y variación. Es por esta razón que se incluye un mínimo de rúbricas en el orden mismo, aunque se incluyen en esta parte como una guía general.
Hay tiempos cuando es apropiado tener una celebración de la Santa Cena más informal y sencilla, por ejemplo, después de una comida o banquete de compañerismo. En tal caso se puede seguir el orden escrito desde un párrafo conveniente que podría ser párrafo 9 (Acercamiento a la Mesa). También se encuentra otras formas abreviadas en los Apéndices p. 193-196. Estos son especiales para una celebración en el hogar o con un grupo más pequeño.
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Preparación del Ministro
Además de su preparación personal, la libertad para variación involucra una gran responsabilidad para el ministro de prepararse bien antes de dirigir el culto, con el propósito de aprovechar hasta el máximo las alternativas en la forma litúrgica para cualquier ocasión. Será necesario guiar la congregación en cuanto a su postura y ubicación y que haga buen uso de las pausas y períodos de silencio; por ejemplo, después de la lectura de cada mandamiento. El ministro también debe preocuparse del uso de la música haciendo lo posible de preparar a la congregación para que pueda cantar «Digno es el Cordero» en (10) y «Gloria a Dios» en (12).
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Preparation by the Minister |
Dirección del Culto
El culto de la Santa Cena se realizará solamente bajo la dirección de un presbítero; miembros laicos pueden ayudar a repartir los elementos si han sido debidamente autorizados por el obispo para esto.
Los preparativos hechos en la iglesia y la dirección del culto debieran ser de ayuda a la congregación para escuchar y comprender lo que se dice, ver lo que se hace y tener plena participación en el mismo. Estas consideraciones son las que determinan la ubicación de la mesa del Señor, el lugar de los asientos y hacia donde va a mirar el que dirige el culto. La mesa deberá estar cubierta con un mantel blanco y limpio.
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Conduct of the Service |
Lecturas
La congregación estará normalmente sentada durante estas, pero si el ministro así lo desea, pedirá que la congregación se ponga de pie; especialmente en el caso de leerse el Evangelio, como ha sido generalmente la costumbre.
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Readings |
Predicación
El sermón puede predicarse antes de la lectura del Credo, si así se prefiere.
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Preaching (Sermon) |
Oraciones
El ministro puede invitar, de antemano, a algunas miembros para que dirijan las oraciones. En este culto se incluye, en forma breve, los temas que siempre deben ser recordados, pero se pueden añadir otros, y también variar la forma; por ejemplo, la forma tradicional o la letanía en las Oraciones página 143-4. También se pueden mencionar las peticiones en forma continua o como una sola oración espontánea.
En párrafo 8 (Acción de Gracias) se puede usar la forma alternada (135) en las Oraciones página 141.
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Prayers |
Elementos
El presbítero pondrá sobre la mesa el pan y vino que juzgare suficiente. Si el pan y el vino consagrado se hubiere acabado antes de que todos hayan comulgado, el presbítero puede consagrar más según la forma prescrita en párrafo 10; comenzando en «El, en la misma noche... etc.», para la dedicación del pan y en «Así mismo después de la Cena ... , etc.», para la dedicación de la copa. El presbítero se asegurará que todo el resto del pan y vino consagrado sea reverentemente consumido antes de que se retire de la iglesia.
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Elements (bread & wine) |
Recepción
Cuando el culto se realiza en una iglesia, normalmente deberá haber una baranda alrededor de la mesa, de modo que los participantes puedan recibir los elementos arrodillados. Y de este modo el ministro puede fácilmente colocar el pan y la copa en sus manos. De otro modo, el ministro traerá los elementos a los participantes haciéndoselos saber de una manera conveniente. La actitud en que se recibe el sacramento deberá expresar reverencia y gratitud por las bendiciones que trae a quienes lo reciben dignamente. Esta es la razón por qué los Reformadores Anglicanos conservaron la práctica de arrodillarse, aun cuando rechazan cualquier adoración del pan y del vino, o la supuesta presencia física del cuerpo y sangre de Cristo. El pan y vino sacramental, sigue siendo pan y vino y la adoración de los mismos es idolatría. El hecho de la ascensión de Cristo en su humanidad excluye la presencia real y actual de su cuerpo físico.
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Reception |
Participantes
Este culto de la familia de la Iglesia es normalmente para los miembros en plena comunión. Es importante que aquellos que participan tengan una comprensión cabal del significado del culto y una fe viva en Cristo. Se dará la oportunidad de participar en él a miembros de otras congregaciones (de quienes haya buenas referencias) y a cualquier otro que esté verdaderamente siguiendo al Señor Jesucristo. Debe dejarse en claro, sin embargo, que las visitas de otras iglesias o miembros recién convertidos que frequentemente vienen a la Santa Cena, deberán prepararse y ser confirmados a menos que haya buenas razones para no hacerlo, las cuales serán conocidas por el obispo. Es el deber de todos los miembros de participar a la Santa Cena en forma regular. Ellos deberán prepararse espiritualmente antes de venir a la Santa Cena.
Vea las exhortaciones y la guía de preparación personal en página 42. |
Participants |