The Book of Common Prayer
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    Libro de Oración Común
The Book of Common Prayer in Spanish (1928)

 

Celebración del Matrimonio

El día y la hora que se hayan señalado para Solemnizar el Matrimonio, las Personas que han de ser casadas vendrán al cuerpo de la Iglesia, o a alguna casa particular, con sus amigos y vecinos; y estando allí juntos, el Hombre a la mano derecha, y la Mujer a la izquierda, el Ministro dirá,

MUY amados, nos hemos reunido aquí en presencia de Dios, y de esta concurrencia, para enlazar a este Hombre y a esta Mujer en Santo Matrimonio; el cual es un estado honorable instituído por Dios, y nos figura la unión mística que hay entre Cristo y su Iglesia. Además, Cristo aprobó y honró este santo estado con su presencia y con el primer milagro que hizo en Caná de Galilea, y San Pablo lo recomienda, diciendo, que es digno de honor entre todos: por tanto no debe ser emprendido inconsiderada o temerariamente sino con reverencia, discreción, peso y cordura, sobriedad y temor de Dios.
    En este santo estado vienen ahora a unirse estas dos personas. Por lo cual, si hay alguien que sepa algún impedimento, por el que no puedan ser unidas lícitamente, dígalo ahora, o de aquí en adelante guarde silencio.

Después, hablando con los que vienen a casarse les dirá,

YO os requiero, y encargo, que como debéis responder en el terrible día del juicio, cuando los secretos de todos los corazones serán descubiertos, si alguno de vosotros sabe algún impedimento, por el cual no podáis casaros lícitamente, lo confeséis. Porque tened por cierto, que todos los que son unidos en contraposición a la Palabra de Dios, su matrimonio no es lícito.

El Ministro, si tiene razón para dudar de la legalidad del propuesto Matrimonio, puede exigir seguridad suficiente para su indemnidad: pero si no existiere, ni sospechare impedimento alguno, el Ministro dirá al Hombre,

N. ¿ QUIERES tomar a esta Mujer por tu legítima esposa, y vivir con ella, conforme a la ordenanza de Dios, en el santo estado del Matrimonio? ¿ La amarás, consolarás, honrarás y conservarás en tiempo de enfermedad y de salud; y renunciando a todas las otras, te conservarás para ella sola, mientras los dos vivieren?

El Hombre responderá,

Sí, quiero.

 
Después dirá el Ministro a la Mujer,

N. ¿ QUIERES tomar a este Hombre por tu legítimo esposo, para vivir con él conforme a la ordenanza de Dios, en el santo estado del Matrimonio? ¿ Le amarás, consolarás, honrarás y conservarás en tiempo de enfermedad y de salud; y, renunciando a todos los otros, te conservarás para él solo, mientras los dos vivieren?

Y la Mujer responderá,

Sí, quiero.

 
Entonces el Ministro dirá,

    ¿ Quién entrega a esta Mujer, para que se case con este Hombre?
 

 

Entonces se darán fe el uno al otro de esta manera. El Ministro, recibiendo a la Mujer de la mano de su padre, o de algún amigo, hará que el Hombre la lome de la mano derecha y que repita con él lo que sigue.

YO N. te recibo a ti N. por mi legítima esposa desde hoy en adelante, ora mejore o empeore tu suerte, seas más rica o más pobre, ora sana, ora enferma, para amarte, y cuidarte hasta que la muerte nos separe, según la santa ordenanza de Dios; y de hacerlo así te doy mi palabra y fe.

Después soltarán sus manos; y la Mujer tomando con su mano derecha la del Hombre dirá asimismo siguiendo al Ministro,

YO N. te recibo a ti N. por mi legítimo esposo desde hoy en adelante, ora mejore o empeore tu suerte, seas más rico o más pobre, ora sano, ora enfermo, para amarte y cuidarte hasta que la muerte nos separe, según la santa ordenanza de Dios; y de hacerlo así te doy mi palabra y fe.

Después soltarán sus manos otra vez; y el Hombre dará a la Mujer un Anillo. Y el Ministro, tomando el Anillo, lo dará al Hombre para que lo ponga en el cuarto dedo de la mano izquierda de la Mujer. Y el Hombre teniendo allí el Anillo, e instruido por el Ministro, dirá,

CON este Anillo te desposo: En el Nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. Amén.

Y antes de entregar el Anillo al Hombre, el Ministro puede decir,

BENDICE, Oh Señor, este Anillo, para que el que lo da y la que lo lleve moren en tu paz y continúen en tu favor, hasta el fin de su vida; mediante Jesucristo nuestro Señor. Amén.

Y dejando el Hombre el Anillo en el cuarto dedo de la mano izquierda de la Mujer, el Ministro dirá,

Oremos.

Entonces el Ministro y la Congregación aún de pie, dirán el Padre Nuestro.

PADRE nuestro, que estás en los cielos, Santificado sea tu Nombre. Venga tu reino. Hágase tu voluntad, Así en la tierra como en los cielos. El pan nuestro de cada día, dánosle hoy. Y perdónanos nuestras deudas, Así como nosotros perdonamos a nuestros deudores. Y no nos dejes caer en la tentación, Mas líbranos de mal. Amén.

Y el Ministro añadirá,

DIOS eterno, Creador y Conservador del género humano, Dador de toda gracia espiritual, Autor de la vida eterna; Envía tu bendición sobre este hombre y esta mujer, tus siervos, a quienes bendecimos en tu Nombre; que viviendo fielmente juntos, cumplan y guarden el voto y el pacto que se han hecho el uno al otro, (de lo cual este Anillo respectivamente dado y recibido es arras y prenda,) y que siempre permanezcan juntos en perfecto amor y paz, y vivan conforme a tus santos mandamientos; mediante Jesucristo nuestro Señor. Amén.

El Ministro puede añadir una o ambas de las siguientes oraciones.

DIOS Todopoderoso, Creador del género humano, que sólo eres el manantial de la vida; Confiere a estos tus siervos, si es tu voluntad, el don y la herencia de hijos; y concede que ellos puedan ver a sus hijos educados en tu fe y temor, para honra y gloria de tu Nombre; mediante Jesucristo nuestro Señor. Amén.

OH Dios, que has consagrado el estado de Matrimonio hasta tener en él significado y representado el desposorio espiritual y la unidad entre Cristo y su Iglesia; Mira misericordiosamente sobre estos tus siervos, para que puedan amarse, honrarse y cuidarse el uno al otro, y así vivir juntos en fidelidad y paciencia, en sabiduría y verdadera santidad, de manera que su hogar sea un puerto de bendición y de paz; mediante el mismo Jesucristo nuestro Señor, que contigo y el Espíritu Santo es siempre, un solo Dios, por los siglos de los siglos. Amén.

Entonces el Ministro juntándoles las manos derechas, dirá,

A los que Dios ha unido, ningún hombre los separe.

Después el Ministro dirá a la concurrencia.

POR cuanto N. y N. consienten en su Santo Matrimonio, y lo han testificado delante de Dios, y de esta concurrencia, y para este fin han dado y empeñado su fe y palabra el uno al otro, y lo han declarado también, así por la unión de las manos, como por la donación y recepción de un Anillo; Yo los declaro Esposo y Esposa, En el Nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. Amén.

Y el Ministro, arrodillados los Esposos, añadirá esta Bendición.

DIOS el Padre, Dios el Hijo y Dios el Espíritu Santo, os bendiga, conserve y guarde; el Señor por su misericordia vuelva a vosotros los ojos de su favor; y os llene de toda bendición espiritual y gracia para que viváis juntos en este mundo de tal manera que gocéis en el otro de la vida eterna. Amén.

Las leyes relativas al Matrimonio, siendo diversas en los diferentes Estados, sea por Publicación en las Iglesias, sea por Licencia, cada Ministro queda sujeto a la dirección de esas leyes, en todo lo que se refiere al contrato civil entre los individuos.

Y cuando se publican las Amonestaciones, debe ser en la forma siguiente: Yo publico las Amonestaciones de Matrimonio entre N. de ——, y N. de ——. Si alguno de vosotros supiere causa o justo impedimento, por lo cual estas personas no se puedan unir en Santo Matrimonio, debe declararlo. Esta es la primera [segunda o tercera] amonestación.

 


 

Acción de Gracias después
del Alumbramiento

Comúnmente llamada Purificación
de las Mujeres
 

Este Oficio, o la última Oración sólo, tal como está entre las Oraciones y Acciones de Gracias, puede usarse, según la discreción del Ministro.

La Mujer, al tiempo acostumbrado después de su alumbramiento, vendrá a la Iglesia vestida decentemente, y se arrodillará en algún lugar conve niente, como se ha acostumbrado, o como el Ordinario ordenare.

El Ministro le dirá,

PUESTO que agradó a Dios Omnipotente por su bon dad concederte un feliz alumbramiento, y te ha pre servado en el gran peligro del parto, debes dar cordiales gracias a Dios diciendo:

Entonces se dirá por ambos el siguiente Himno, estando la Mujer aún de rodillas.

Dilexi, quoniam. Salmo cxvi.

AMO al SEÑOR, pues ha oído mi voz y mis súplicas. Porque ha inclinado a mí su oído: * le invocaré por tanto en todos mis días.
    Angustia y dolor había yo hallado, entonces invoqué el Nombre del SEÑOR: * diciendo: Libra ahora, OH SEÑOR, mi alma.
    Clemente es el SEÑOR y justo: * sí, misericordioso es nuestro Dios.
    ¿ Qué pagaré al SEÑOR: * por todos sus beneficios para conmigo?
    Tomaré la copa de la salvación: * e invocaré el Nombre del SEÑOR.
    Ahora pagaré mis votos al SEÑOR * delante de todo su pueblo;
    En los atrios de la casa del SEÑOR: * en medio de ti, oh Jerusalén. Aleluya.
    Gloria al Padre, y al Hijo: * y al Espíritu Santo;
    Como era al principio, es ahora y será siempre: * por los siglos de los siglos. Amén.

Entonces el Ministro dirá el Padre Nuestro, y lo que sigue: pero el Padre Nuestro puede omitirse, cuando se ha dicho en la Oración Matutina o la Vespertina.

PADRE nuestro, que estás en los cielos, Santificado sea tu Nombre. Venga tu reino. Hágase tu voluntad, Así en la tierra como en los cielos. El pan nuestro de cada día, dánosle hoy. Y perdónanos nuestras deudas, Así como nosotros perdonamos a nuestros deudores. Y no nos dejes caer en la tentación, Mas líbranos de mal. Amén.
Ministro. Oh Señor, salva a esta mujer, tu sierva;
Resp. Quien pone su confianza en ti.
Ministro. Que seas Tú, su torre fuerte;
Resp. Delante de su enemigo.
Ministro. Señor, oye nuestra oración.
Resp. Y llegue a ti nuestro clamor.

Ministro. Oremos.

OH Dios Todopoderoso, te damos las más humildes gracias porque benignamente te has dignado preservar, durante el gran dolor y peligro del alumbramiento, a esta mujer, tu sierva, que ahora desea ofrecerte sus alabanzas y acciones de gracias. Concede, te suplicamos, oh Padre misericordioso, que, con tu ayuda, viva fielmente conforme a tu voluntad en esta vida, y que en el mundo venidero sea también partícipe de la gloria eterna; por Jesucristo nuestro Señor. Amén.

Entonces puede decirse,

CONCEDE, te suplicamos, Oh Padre Celestial, que el hijo de esta tu sierva pueda crecer diariamente en sabiduría y estatura, y desarrollarse en tu amor y servicio, hasta que llegue a tu gozo eterno; mediante Jesucristo nuestro Señor. Amén.

La Mujer que viene a dar Gracias, debe traer las ofrendas acostumbradas, las cuales serán aplicadas, por el Ministro y los Guardianes, al alivio de las mujeres necesitadas en el parto, y si hay Santa Comunión, conviene que la reciba.

 
Thanksgiving after Child-birth

 

Web author: Charles Wohlers U. S. EnglandScotlandIrelandWalesCanadaWorld