The Book of Common Prayer | |||||||
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Orden para La Administración de la Cena del Señor o Santa Comunión ¶
Al tiempo de to Comunión la Santa Mesa estará cubierta
con un mantel blanco y limpio, y et Presbítero, puesto de pie
reverentemente ante la Santa Mesa, dirá el Padre Nuesiro y Ia
Colecta que sigue, estando el Pueblo de rodillas; pero el Padre Nuestro
puede omitirse a discreción del Presbítero. |
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PADRE
nuestro, que estás en los cielos, Santificado sea tu Nombre. Venga
tu reino. Hágase tu voluntad, Así en la tierra, como en
los cielos. El pan nuestro de cada día, dánosle hoy. Y perdónanos
nuestras deudas, Así como nosotros perdonamos a nuestros deudores.
Y no nos dejes caer en la tentación, Mas libranos de mal. Amen. |
Lord's Prayer | |||||||
Colecta. DIOS Omnipotente, para quien todos los corazones están manifiestos, todos los deseos conocidos, y ningún secreto encubierto; Purifica Los pensamientos de nuestros corazones con la inspiración de tu Santo Espíritu, para que perfectamente te amemos, y dignamente celebremos tu Santo Nombre; por Cristo nuestro Señor. Amen. ¶ Entonces el Presbítero, volviéndose al Pueblo dirá distintamente Los Diez Mandamientos y continuando el Pueblo de rodillas, pedirá perdón a Dios, al fin de cada Mandamiento, por haberlos quebrantado en el pasado, y gracia para guardarlos en lo sucesivo. ¶ Y NÓTESE que al decir Los Diez Mandamientos el Presbítero puede omitir la parte del Mandamiento impresa entre paréntesis. ¶
El Decálogo puede omitirse menos un domingo cada mes. Pero
NÓTESE, que cuando se omita, el Presbítero
debe decir el Sumario de la Ley, comenzando:
Oid lo que dice Jesucristo nuestro Señor. |
Collect for Purity | |||||||
El Decálogo. DIOS
habló estas palabras, diciendo: No te harás imagen, ni ninguna semejanza de cosa que esté arriba en el cielo, ni abajo en la tierra, ni en las aguas debajo de la tierra; No te postrarás delante de ellas, ni les darás culto;
Señor, ten misericordia de nosotros, e inclina nuestros corazones a guardar esta ley. No tomarás el Nombre del SEÑOR tu Dios en vano;
Señor, ten misericordia de nosotros, e inclina nuestros corazones a guardar esta ley. Acuérdate del día de descanso para santificarlo.
Señor, ten misericordia de nosotros, e inclina nuestros corazones a guardar esta ley. Honra a tu padre y a tu madre;
Señor, ten misericordia de nosotros, e inclina nuestros corazones a guardar esta ley. No
matarás. No
cometerás adulterio. No
hurtarás. No
dirás contra tu prójimo falso testimonio. No codiciarás (la casa de tu prójimo; no codiciarás la mujer de tu prójimo, ni su criado, ni su criada, ni su buey, ni su asno, ni cosa alguna de tu prójimo.) Señor, ten misericordia de nosotros, y graba todos estos tus Mandamientos en nuestros corazones, te suplicamos. |
The Decalogue (Ten Commandments) | |||||||
¶ Entonces el Presbítero puede decir, Oíd también lo que dice Jesucristo nuestro Señor. AMARAS al Señor tu Dios de todo tu corazón, y de toda tu alma, y de toda tu mente. Este es el primero y el grande mandamiento. Y el segundo es semejante a éste; Amarás a tu prójimo como a ti mismo. De estos dos mandamientos dependen toda la Ley y los Profetas.¶ Aquí, si el Decálogo ha sido omitido, se dirá,
¶ Entonces el Presbítero puede decir, OH Señor omnipotente y Dios eterno, suplicámoste te dignes dirigir, santificar y gobernar nuestros corazones y cuerpos en los caminos de tus leyes, y en las obras de tus mandamientos; para que, por tu poderosísima protección, ahora y siempre, seamos preservados en cuerpo y alma; mediante Jesucristo nuestro Señor y Salvador. Amén.¶ Entonces se dirá,
¶ Entonces el Presbítero dirá la Colecta del Día, y después de la Colecta, el Ministro designado leerá la Epístola, diciendo: La Epístola está escrita en el Capítulo de , comenzando en el versículo . Y acabada la Epístola, dirá, Aquí termina la Epístola. ¶ Aquí podrá cantarse un Himno o una Antífona. ¶ Entonces, estando el pueblo de pie, el Presbítero designado leerá el Evangelio, diciendo antes, El Santo Evangelio está escrito en el Capítulo de , comenzando en el Versículo . ¶ Aquí se dirá, Gloria a ti, oh Señor. ¶ Y después del Evangelio puede decirse, Loor a ti, oh Cristo. ¶
Entonces se dirá el Credo, llamado comúnmente Niceno,
o bien el Credo de los Apóstoles; pero puede omitirse si se ha
dicho inmediatamente antes en la Oración Matutina. El Credo de
Nicea no debe omitirse el Día de la Natividad, la Domínica
de Pascua, el Día de la Ascensión, el Día de Pentecostés,
y la Domínica de la Trinidad. |
Summary of the Law |
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CREO
en un solo Dios, Padre Todopoderoso, Creador del cielo y de la tierra,
Y de todas las cosas visibles e invisibles: en un solo Señor
Jesucristo, Hijo unigénito de Dios; Engendrado del Padre antes
de todos los siglos, Dios de Dios, Luz de Luz, Verdadero Dios de Verdadero
Dios; Engendrado, no hecho; Consubstancial al Padre; Por quien todas
las cosas fueron hechas: Quien por los hombres y por nuestra
salvación descendió del cielo, Y fué encarnado
por el Espíritu Santo de la Virgen María, Y fué
hecho hombre: Y también por nosotros fué crucificado bajo
Poncio Pilato; Padeció, y fué sepultado: Resucitó
al tercer día según las Escrituras: Ascendió a
los cielos, Y está sentado a la diestra del Padre: Y vendrá
otra vez, con gloria juzgar a los vivos y a los muertos; Cuyo reino
no tendrá fin. ¶ Entonces se anunciará al Pueblo los Días de Fiesta o de Ayuno que deben observarse en la semana siguiente. Asimismo (si la ocasión lo requiere) se dará noticia de la Santa Comunión, de las Amonestaciones de Matrimonio y de otras cosas que deban anunciarse. ¶ Aqui, o inmediatamente después del Credo, puede decirse la Exhortación a la Oración o cualquiera otra de las Oraciones o Intercesiones autorizadas. ¶ Entonces
seguirá el Sermón, y después, el Presbítero,
cuando haya Comunión volverá a la Santa Mesa, y comenzará
el Ofertorio, diciendo una o más de las Sentencias siguientes,
como juzgue más conveniente. |
Nicene Creed | |||||||
ACORDAOS
de las palabras del Señor Jesús, quien dijo; Más
bienaventurada cosa es dar, que recibir. Hechos xx. 35. ¶ NÓTESE, que estos Versículos pueden usarse en cualquiera otra ocasión durante los Oficios Divinos cuando se reciben las ofrendas del Pueblo. ¶ Los Diáconos, Guardianes de la Iglesia u otras personas competentes que sean nombradas, recogerán las Limosnas para los Pobres, y demás Ofrendas del Pueblo, en una Bandeja decente que proveerá la Parroquia para este fin; y las llevará con reverencia al Presbítero, quien las ofrecerá humilde mente, y las pondrá sobre la Santa Mesa. ¶ Entonces el Presbítero ofrecerá, y pondrá sobre la Santa Mesa, el Pan y el Vino. ¶ Al momento de recibir y presentar las Limosnas y Oblaciones, puede cantarse un Himno o Antífona ya sea de las Santas Escrituras o del Libro de Ora ción Común, bajo la dirección del Presbítero. ¶ Aquí el Presbítero puede solicitar las intercesiones secretas de la Congregación en favor de aquellos que desean las oraciones de la Iglesia. ¶ Entonces el Presbítero dirá, |
Offertory sentences | |||||||
Oremos por toda la Iglesia de Cristo. OMNIPOTENTE
y eterno Dios, que por tu santo Apóstol nos has enseñado
a hacer oraciones y súplicas, y darte gracias por todo el género
humano; Pedí oste con toda humildad, que te dignes aceptar nuestras
[limosnas y] oblaciones, y recibir estas nuestras oraciones,
que ofrecemos a tu Divina Majestad; suplicándote que continuamente
inspires a la Iglesia Universal con el espíritu de verdad, unión
y concordia: Y que concedas a todos los que confiesan tu Santo Nombre,
que convengan en la verdad de tu santa Palabra, y vivan unánimes
y en caridad piadosa. |
Prayer for the Church | |||||||
¶ Entonces el Presbítero dirá a todos los que vienen a recibir la Santa Comunión, VOSOTROS,
los que os arrepentís sinceramente de vuestros pecados, y estáis
en caridad y amor con vuestros prójimos, y hacéis propósito
de vivir una vida nueva, siguiendo los mandamientos de Dios, y andando
de aquí en adelante en sus santos caminos; Acercáos acá
con fe, y tomad este santo Sacramento para vuestro consuelo; y haced
vuestra humilde confesión a Dios Omnipotente, devotamente arrodillados.
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Invitation |
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¶ Entonces se hará esta Confesión General por el Presbítero, y por todos los que desean recibir la Santa Comunión, humildemente arrodillados. OMNIPOTENTE
Dios, Padre de nuestro Señor Jesucristo, Hacedor de todas las
cosas, Juez de todos los hombres; Nosotros reconocemos y lamentamos
los muchos pecados y maldades, Que en varias ocasiones hemos cometido
gravemente, Por pensamiento, palabra y obra, Contra tu Divina Majestad,
Provocando muy justa mente tu ira e indignación contra nosotros
Sinceramente nos arrepentimos, Y de todo corazón nos dolemos
de todas estas nuestras culpas; Su memoria nos aflige; Su peso es intolerable
Ten misericordia de nosotros, Ten misericordia de nosotros, Padre misericordiosísimo;
Por amor de tu Hijo nuestro Señor Jesucristo, Perdónanos
todo lo pasado; concede que podamos en adelante, Servirte y agradarte
una vida nueva, Para honra y gloria de tu Nombre; Mediante Jesucristo
nuestro Señor. Amén. |
Confession |
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¶ Entonces el Presbitero (o el Obispo si esta presente) poniendose de pie y volviéndose al Pueblo dira DIOS
Omnipotente, nuestro Padre celestial, que por su gran misericordia ha
prometido el perdón de los pecados de todos los que con sincero
arrepentimiento y verdadera fe se convierten a El; Tenga misericordia
de vosotros; os perdone y os libre de todos vuestros pecados; os confirme
y fortalezca en toda virtud; y os conduzca a la vida eterna; mediante
Jesucristo nuestro Señor. Amén. |
Absolution |
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¶ Entonces dirá el Presbítero, Oíd qué palabras tan consoladoras dice Cristo nuestro Salvador, a todos los que verdaderamente se convierten a El. VENID
a mí, todos los que estáis trabajados y agobiados, que
yo os haré descansar. S. Mateo xi. 28.
Oíd también lo que dice San Pablo:
Oíd también lo que dice San Juan: ¶ Después de lo cual, el Presbítero proseguirá, diciendo,
¶ Entonces el Presbítero, volviéndose hacia la Santa Mesa, dirá, ES verdaderamente digno, justo y de nuestro deber, que en todos tiempos y en todos lugares, te demos gracias, oh Señor, Santo Padre, Omnipotente, Eterno Dios. ¶ Aquí se dirá el Prefacio Propio según el tiempo, si hubiere alguno seña lado; si no, inmediatamente el Presbítero dirá o cantará, POR tanto, con Angeles y Arcángeles, y con toda la compañía del cielo, alabamos y magnificamos tu glo rioso Nombre; ensalzándote siempre y diciendo:
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Comfortable Words |
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PREFACIOS PROPIOS NAVIDAD. ¶ En el Día de Navidad, y siete días después. PORQUE
nos diste a tu Hijo único, Jesucristo, para que naciese por nosotros
en un tiempo como éste; Quien, por obra del Espíritu Santo,
fué hecho verdadero hombre, de la substancia de su bendita madre,
la Virgen María; y esto sin mancha de pecado, para que nos limpiase
de todo pecado. |
PROPER PREFACES: Christmas |
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EPIFANÍA. ¶ En la Epifanía, y siete días después. POR
Jesucristo nuestro Señor; Quien, en la substancia de nuestra
carne mortal, manifestó su gloria; para poder traernos de las
tinieblas a su luz gloriosa. |
Epiphany | |||||||
PURIFICACIÓN, ANUNCIACIÓN Y TRANSFIGURACIÓN. ¶ En las Fiestas de la Purificación, la Anunciación y la Transfiguración. PORQUE
en el Misterio del Verbo hecho carne, creaste nueva luz para iluminar
nuestros corazones, y damos el conocimiento de tu gloria en la faz de
tu Hijo, Jesucristo nuestro Señor. |
Feasts of the Purification, Annunciation & Transfiguration | |||||||
PASCUA DE RESURRECCIÓN. ¶ En el día de Pascua de Resurrección, y siete días después. MAS
principalmente estamos obligados a bendecirte por la gloriosa Resurrección
de tu Hijo Jesucristo nuestro Señor: porque El es el verdadero
Cordero Pascual, que se ofreció por nosotros, y ha quitado los
pecados del mundo; El que por su muerte ha destruído la muerte,
y por su Resurrección nos ha restaurado a la vida eterna. |
Easter | |||||||
ASCENSIÓN. ¶ En el día de la Ascensión, y siete días después. POR
tu amadísimo Hijo Jesucristo nuestro Señor; Quien, después
de su gloriosísima Resurrección, apareció claramente
a todos sus Apóstoles, y en su presencia ascendió a los
cielos, a preparar un lugar para nosotros; para que podamos también
ascender a donde El está, y reinar con El en gloria. |
Ascension | |||||||
PENTECOSTÉS. ¶ En la Domínica de Pentecostés, y los seis días siguientes. POR
Jesucristo nuestro Señor; conforme a cuya fiel promesa, el Espíritu
Santo descendió del cielo, en un tiempo como éste, reposando
sobre los Discípulos, para enseñarles, y guiarles a toda
verdad; dándoles valor para que con ferviente celo predicasen
constantemente el Evangelio a todas las naciones; por cuyo medio hemos
sido sacados de tinieblas y error a la luz clara y al conocimiento verdadero
de ti, y de tu Hijo Jesucristo. |
Whitsuntide | |||||||
DOMÍNICA DE LA TRINIDAD. ¶ En la Fiesta de la Trinidad solamente. QUE,
con tu Unigénito Hijo, y el Espíritu Santo, eres un solo
Dios, un solo Señor, en Trinidad de Personas y en Unidad de Substancia.
Porque lo que creemos de tu gloria, oh Padre, lo mismo creemos del Hijo,
y del Espíritu Santo, sin ninguna diferencia de desigualdad. ¶ O éste. POR
la preciosa muerte y los méritos de tu Hijo Jesucristo nuestro
Señor, y por la venida a nosotros del Espíritu Santo,
el Consolador; que son uno contigo en tu Deidad Eterna. |
Trinity Sunday | |||||||
TODOS LOS SANTOS. ¶ En el día de Todos los Santos, y siete días después. QUE,
en la multitud de tus santos, nos has rodeado con una nube tan grande
de testigos para que, regocijándonos en su comunión, podamos
correr con paciencia la carrera que nos es propuesta, y, junto con ellos,
recibir la inmarcesible corona de gloria.
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All Saints | |||||||
¶ Cuando el Presbítero, de pie ante la Santa Mesa haya puesto en orden el Pan y el Vino, de tal manera que pueda con más facilidad y decencia partir el Pan ante el pueblo, y tomar el Cáliz en sus manos, dirá la Oración de Consagración, como sigue. GLORIA
a Ti, Dios Omnipotente, nuestro Padre celestial, porque Tú, en
tu inmensa misericordia, entregaste a tu único Hijo Jesucristo
para sufrir muerte en la Cruz por nuestra redención; quien hizo
allí (por la oblación de sí mismo una vez ofrecida)
un completo, perfecto y suficiente sacrificio, oblación y satisfacción,
por los pecados de todo el mundo; e instituyó, y en su santo
Evangelio
nos mandó continuar, una perpetua memoria de aquella su preciosa
muerte y sacrificio, hasta su segunda venida: Porque en la misma noche
en que fué entregado, (a) tomó Pan; y habiendo
dado gracias, (b) lo partió, y lo dió a sus discípulos,
diciendo, Tomad, comed, (c) ésto es mi Cuerpo, que por
vosotros es dado; Haced ésto en memoria de mí. Asimismo,
después de la cena, (d) tomó el Cáliz; y
habiendo dado gracias, lo dió a ellos, diciendo, Bebed vosotros
todos de éste; porque (e) ésto es mi Sangre del
Nuevo Testamento, que es derramada por vosotros, y por muchos, para
remisión de pecados; Haced ésto, cuantas veces lo bebiéreis;
en memoria de mí. |
Prayer of Consecration |
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The Oblation | |||||||
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The Invocation | |||||||
Y
DESEAMOS ardientemente que tu bondad paternal acepte benignamente éste
nuestro sacrificio de alabanza y acción de gracias; suplicándote
muy humildemente nos concedas que, por los méritos y la muerte
de tu Hijo Jesucristo, y mediante nuestra fe en su Sangre, nosotros, y
toda tu Iglesia, obtengamos la remisión de nuestros pecados, y
todos los demás beneficios de su pasión. Y aquí,
Señor, nos presentamos y hacemos ofrenda de nosotros mismos, nuestras
almas y nuestros cuerpos, como un sacrificio razonable, santo y vivo,
para ti; rogándote humildemente, que nosotros, y todos los que
participemos de esta Santa Comunión, recibamos dignamente el preciosísimo
Cuerpo y Sangre de tu Hijo Jesucristo, y seamos llenos de tu gracia y
bendición celestial, y hechos un cuerpo con El, para que El habite
en nosotros, y nosotros en El. Y aunque, por nuestros muchos pecados,
somos indignos de ofrecerte sacrificio alguno; sin embargo te suplicamos
aceptes éste nuestro deber y servicio obligatorio; no pesando nuestros
méritos, sino perdonando nuestras ofensas, mediante Jesucristo
nuestro Señor; por Quien, y con Quien, en la unidad del Espíritu
Santo, sea todo honor y gloria a ti, oh Padre omnipotente, por los siglos
de los siglos. Amén. |
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Y ahora, conforme nuestro Salvador Cristo nos ha enseñado, nos atrevemos a decir: PADRE
nuestro, que estás en los cielos, Santificado sea tu Nombre.
Venga tu Reino. Hágase tu voluntad, Así en la tierra como
en los cielos. El pan nuestro de cada día, dánosle hoy.
Y perdónanos nuestras deudas, Así como nosotros perdonamos
a nuestros deudores. Y no nos dejes caer en la tentación, Mas
líbranos de mal. Porque tuyo es el reino, y el poder, y la gloria,
por siempre jamás. Amén. |
Lord's Prayer | |||||||
¶ Entonces el Presbítero, arrodillándose delante de la Mesa del Señor, dirá en nombre de todos los que han de recibir les Comunión, la Oración siguiente. NOSOTROS no nos atrevemos a venir a ésta tu Mesa, oh Señor misericordioso, confiados en nuestra rectitud, sino en tus muchas y grandes misericordias. No somos dignos ni aún de recoger las migajas debajo de tu Mesa. Mas Tú eres el mismo Señor, siempre misericordioso por naturaleza: concédenos, por tanto, Señor, por tu clemencia, que de tal modo comamos la Carne de tu amado Hijo Jesucristo, y bebamos su Sangre, que nuestros cuerpos pecadores sean limpios por su Cuerpo, y nuestras almas lavadas por su preciosísima Sangre; y que siempre vivamos en El, y El en nosotros. Amén. ¶ Aquí podrá cantarse un himno. ¶
Entonces el Presbítero recibirá primero, la Santa Comunión
en ambas especies, y luego procederá a darla de igual modo a
los Obispos, Presbíteros y Diáconos (si hubiere algunos
presentes), y enseguida al Pueblo también en orden, poniéndola
en sus manos, devotamente arrodillados. Se dará oportunidad suficiente
a todos los presentes para comulgar. Y cuando dé el Pan, dirá, |
Prayer of Humble Access |
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EL Cuerpo de nuestro Señor Jesucristo, que fué dado por ti, preserve tu cuerpo y alma para la vida eterna. Toma y come esto en memoria de que Cristo murió por ti, y aliméntate de El en tu corazón por fe, con acción de gracias. ¶ Y el Ministro al dar el Cáliz dirá, A Sangre de nuestro Señor Jesucristo, que fué derramada por ti, preserve tu cuerpo y alma para la vida eterna. Bebe esto en memoria de que la Sangre de Cristo fué derramada por ti, y sé agradecido. ¶ Si el Pan o el Vino consagrados se acaban antes de que todos hayan comulgado, el Presbítero consagrará más, según la forma prescrita anteriormente comenzando en el Gloria a Ti, Dios Omnipotente, y acabando con las palabras, partícipes de su muy bendito Cuerpo y Sangre. ¶ Cuando todos hayan comulgado, el Presbítero volverá a la Mesa del Señor, y pondrá reverentemente sobre ella lo que hubiere quedado de los Elementos consagrados, cubriéndolos con un lienzo limpio. ¶ Entonces
el Presbítero dirá, |
Words of Administration | |||||||
Oremos. OMNIPOTENTE
y eterno Dios, te damos cordiales gracias, porque te dignas nutrir a
los que hemos recibido debidamente estos santos misterios, con el ali
mento espiritual del preciosísimo Cuerpo y Sangre de tu Hijo
nuestro Salvador Jesucristo; y nos aseguras por ello tu favor y bondad
para con nosotros; y que somos verdaderos miembros incorporados al Cuerpo
místico de tu Hijo, que es la bendita compañía
de todo el pueblo fiel; siendo también, por medio de la esperanza,
herederos de tu reino eterno, por los méritos de su preciosísima
muerte y pasión. Y te suplicamos, muy humildemente, oh Padre
Celestial, que de tal modo nos asistas con tu gracia, que continuemos
en tan santa compañía, y hagamos todas las buenas obras
que Tú has preparado para que andemos en ellas; mediante Jesucristo
nuestro Señor, a quien, contigo y el Espíritu Santo, sea
todo honor y gloria, por los siglos de los siglos. Amén.
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Post-Communion Thanksgiving |
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¶ Estando todos de pie, entonces se dirá el Gloria in excelsis, o cualquier Himno apropiado. GLORIA
a Dios en las alturas, y en la tierra paz, a los hombres buena voluntad.
Te alabamos, Te bendecimos, Te adoramos, Te glorificamos, Te damos gracias,
por tu grande gloria, Oh Señor Dios, Rey celestial, Dios Padre
Omnipotente. ¶ Entonces, el Pueblo arrodillado, el Presbítero (o el Obispo, si estuviere presente) lo despedirá con esta Bendición. LA
Paz de Dios, que excede a todo entendimiento, guarde vuestros corazones
y mentes en el conocimiento y amor de Dios, y de su Hijo Jesucristo
nuestro Señor: Y la Bendición de Dios Omnipotente, el
Padre, el Hijo, y el Espíritu Santo, sea con vosotros, y more
con vosotros eternamente. Amén. |
Gloria in excelsis |
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RUBRICAS GENERALES. ¶ En ausencia del Presbítero, un Diácono puede decir lo que está prescrito, en este oficio, hasta el fin del Evangelio. ¶ En domingo y otros días festivos (aunque no haya sermón, o Comunión), puede decirse lo que está prescrito en la Santa Comunión hasta el fin del Evangelio, terminando con la Bendición. ¶ Si sobrare Pan y Vino consagrados, después de la Comunión, no serán llevados fuera de la Iglesia; sino que el Presbítero, con otros comulgantes, deberá inmediatamente después de la Bendición, reverentemente consumirlos. ¶ Si entre los que vienen a participar de la Santa Comunión, el Presbítero sabe de alguno que abierta y notoriamente sea de mal vivir, o que haya ocasionado algún daño a su prójimo, por palabras u obra, de manera que la Congregación se halle ofendida; deberá advertirle que no presuma acercarse a la Mesa del Señor, hasta que haya declarado abiertamente su arrepentimiento sincero, y enmendado su mala vida pasada, para que así quede satisfecha la Congregación; y que haya recompensado a los que hubiere agraviado; o cuando menos, declare tener el firme propósito de hacerlo, tan pronto como pueda. ¶
Lo mismo observará el Presbítero con aquellos, entre
los que sabe que existen odio y malicia; no permitiéndoles participar
de la Mesa del Señor, hasta saber que se han reconciliado. Mas
si una de las partes en desacuerdo está dispuesta a perdonar,
de todo corazón, lo que la otra haya hecho en su contra, o a
desagraviarla en lo que la hubiere ofendido; y la otra parte no está
dispuesta a tener una piadosa reconciliación, sino que persiste
en su desavenencia y malicia; el Presbítero, en ese caso, debe
admitir a la Santa Comunión a la persona arrepentida y no al
que permanece obstinado. Se advierte a todo Presbítero que cuando
rechace a alguien, según queda especificado, está obligado
a informar del caso a su Ordinario, dentro de los catorce días
siguientes. |
General Rubrics | |||||||
EXHORTACIONES. ¶ Cuando el Presbítero celebre la Santa Comunión, puede decir la Exhorta ción que sigue. NÓTESE, que esta Exhortación deberá decirse en la Primera Domínica de Adviento, la Primera Domínica de Cuaresma y la Domínica de la Trinidad. MUY amados en el Señor; vosotros, los que tenéis in tención de venir a la Santa Comunión del Cuerpo y de la Sangre de Cristo nuestro Salvador, debéis considerar la exhortación que San Pablo hace a toda persona a que diligentemente trate de examinarse a si mismo, antes de atreverse a comer de ese Pan, y beber de ese Cáliz. Pues así como es grande el beneficio, si con un corazón penitente y una fe viva recibimos este Santo Sacramento; también es grande el peligro, silo recibimos indignamente. Juzgaos, pues, a vosotros mismos, Hermanos, para que no tengáis que ser juzgados del Señor; arrepentíos verdadera mente de vuestros pecados; tened una fe viva y firme en Cristo nuestro Salvador; enmendad vuestra vida, y estad en perfecta caridad con todos los hombres; y así seréis dignos partícipes de estos santos misterios. Sobre todo, debéis dar muy humildes y cordiales gracias a Dios, el Padre, el Hijo, y el Espíritu Santo, por la redención del mundo, por la muerte y pasión de Cristo nuestro Salvador, Dios y Hombre; quien se humilló a sí mismo, hasta la muerte en la Cruz, por nosotros, miserables pecadores, que estábamos en tinieblas y sombra de muerte; para hacernos hijos de Dios, y exaltarnos a la vida eterna. Y a fin de que podamos siempre recordar el amor inmenso de nuestro Maestro, y único Salvador, Jesucristo, que así murió por nosotros, y los innumerables beneficios que ha obtenido para nosotros por el derramamiento de su pre ciosa sangre; El ha instituido y ordenado santos misterios, como prendas de su amor, para continua memoria de su muerte, y para nuestro grande y eterno consuelo. A El, pues, con el Padre y el Espíritu Santo, demos como es nuestro deber continuas gracias; sometiéndonos completa mente a su santa voluntad y beneplácito, y estudiando como servirle en verdadera santidad y justicia todos los días de nuestra vida. Amén. ¶ Cuando el Presbítero anuncie que va a celebrar la Santa Comunión (lo cual hará siempre en domingo, o en algún día de fiesta inmediato anterior), leerá la Exhortación que sigue, o la parte de ella que juzgue conveniente. MUY
amados, el día he determinado, con el favor de Dios, administrar
a todos los que devota y religiosamente se hallen.dispuestos, el Sacramento
muy consolador del Cuerpo y Sangre de Cristo; para que lo reciban en
memoria de su meritoria Cruz y Pasión; por cuyo único
medio obtenemos remisión de nuestros pe cados, y somos hechos
partícipes del reino de los cielos. Por tanto es nuestro deber
dar las gracias más humildes y sinceras a Dios Todopoderoso,
nuestro Padre celestial, por habernos dado a su Hijo, nuestro Salvador
Jesucristo, no solo para que muriese por nosotros, sino también
para ser nuestro alimento y sostén espiritual en este Santo Sacramento.
Siendo una cosa tan divina y consoladora para los que dignamente lo
reciban, y tan peligrosa para los que se atreven a recibirlo indignamente;
es mi obliga ción exhortaros a debido tiempo, a meditar en la
dignidad de este santo misterio, y en el gran peligro que hay en recibirlo
indignamente; por lo tanto escudriñad y examinad vuestras propias
conciencias (no superficialmente, y de la manera que lo hacen los que
tratan de engañar a Dios); sino de modo que vengáis santificados
y limpios a este celestial banquete, con el vestido nupcial que, conforme
a la santa Escritura, Dios requiere para que seáis recibidos
como partícipes dignos de la Santa Mesa. ¶ En caso que observe que el pueblo es negligente para venir a la Santa Comunión, en lugar de la exhortación anterior puede usar la siguiente. MUY amados, el día he determinado, con el favor de Dios, celebrar la Cena del Señor: a la que en el Nombre de Dios, invito a todos cuantos estáis presentes; y os ruego por el amor del Señor Jesucristo que no rehuséis acercaros a ella, puesto que sois tan amo rosamente llamados y convidados por el mismo Dios. Vosotros sabéis cuan duro y penoso sería para un hombre que, habiendo preparado un espléndido banquete y aderezado su mesa con todo género de manjares, no faltando nada sino que los convidados lleguen, con la mayor in gratitud y sin motivo alguno estos se rehusaren a venir no obstante haber sido llamados. ¿Quién de vosotros en igual caso no se indignaría? ¿Quién no hubiera creído que se le hacía una grave injuria y grande daño? Por tanto, carísimos en Cristo, no provoquéis a Dios rehusando venir a esta Santa Cena. Fácilmente se dice, no puedo recibir la Cena del Señor, porque me lo impiden los negocios mundanos. Empero tales excusas no son tan fácilmente admitidas ni aprobadas por Dios. Si alguno dijere, soy un miserable pecador y, por tanto, temo acercarme ¿ por qué entonces no se arrepiente y enmienda? Cuando Dios os llama, ¿ no os avergonzáis de responderle, no vamos? Cuando debierais convertiros a Dios ¿ os excusáis diciendo que todavía no estáis preparados? Vosotros mismos considerad seriamente de cuan poco valor son ante Dios excusas tan fútiles. Los que rehusaron el convite del Evangelio, porque habían comprado una granja, o querían probar una yunta de bueyes, o habían contraído matri monio, no fueron disculpados, sino considerados indignos del banquete celestial. Por lo cual en virtud de mi ministerio, os invito en el Nombre de Dios, os requiero de parte de Jesucristo, y os exhorto a que participéis de esta Santa Comunión si queréis salvar vuestras almas. Así como el Hijo de Dios tuvo a bien dar su vida muriendo en la cruz por salvaros, así también vosotros tenéis el deber de recibir la Comunión en memoria de su sacrificio y muerte, como El mismo os lo ha mandado. Considerad qué enorme ingratitud mostráis para con Dios, y cuán tremendo castigo os amenaza, si despreciáis este mandato; si voluntariamente os apartáis de la Mesa del Señor, y os separáis de vuestros hermanos que vienen a alimentarse en este banquete con ese manjar celestial. Meditad seriamente en todas estas cosas para que la gracia de Dios mueva vuestra voluntad hacia este fin. Para que así sea, no cesaremos de presentar nuestras humildes oraciones a Dios Omnipotente, nuestro Padre celestial. |
Exhortations |
Web author: Charles Wohlers | U. S. England Scotland Ireland Wales Canada World |