The Book of Common Prayer | |||||||
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Oficio
para la Natividad
de nuestro señor Jesucristo Sígase el orden de los Oficios Matutino y Vespertino, con las variaciones siguientes: Omítase la lectura de los Mandamientos por la mañana, y el Resumen de los Mandamientos por la tarde. ¶ La EXHORTACIÓN, que precede a la Confesión de pecados, sea como sigue: HERMANOS muy amados: Si en todo tiempo debemos confesar
nuestras faltas ante la majestad de nuestro Dios, hoy particularmente
que nos hemos congregado para conmemorar los tesoros de su misericordia
hacia nosotros y los profundos misterios de su amor divino, debemos postrarnos
en su presencia e implorar su perdón, confesando todos nuestros
pecados, con un corazón verdaderamente contrito. Por tanto, digámosle
desde lo más íntimo de nuestras almas: ¶ LAUDA propia: LA verdad brotará de
la tierra. Aleluya. ¶ Después del Salmo 95 (o del Salmo 23, si es por la tarde) léase uno o los dos Salmos 45, 85. ¶ La primera Lección de la mañana es Isaías, VII, 10 a 15. ¶ La segunda Lección de la mañana, y la Lección de la tarde, son: Lucas, II. 1 a 14, y Juan, I. i a 14; a elección del Ministro. ¶ Los Cánticos son: para la mañana el de Zacarías, núm. 31; y para la tarde el de María, número 32. ¶ SUPLICACIÓN propia: OREMOS a Dios Padre omnipotente
e imploremos su misericordia, para que por la gracia de su Cristo nuestro
Señor, se digne propicio justificarnos. ¶ BENDICIÓN propia: BENDÍGANOS el Señor
nuestro Jesucristo, que en otro tiempo se dejó ver de los pastores
en el pesebre. |
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ANTÍFONA propia:
No temáis, porque he aquí os doy nuevas de gran gozo: ¶ Antes del Sermón, dígase la ORACIÓN siguiente:
OYE, oh Señor, nuestra oración. |
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Terminado
el Sermón puede cantarse un HIMNO.
¶ Concluído el canto, diga el Ministro algunos puntos de la ORACIÓN que sigue: DEMOS
gracias al Señor. ¶ Puede cantarse la DOXOLOGÍA siguiente: GLORIA en las alturas a Dios, y en la tierra paz, buena voluntad para con los hombres. Amén. ¶ Y luego el Ministro invoque la bendición divina con estas palabras: LA gracia del Señor Jesucristo, y el amor de Dios, y la participación del Espíritu Santo, sea con vosotros todos. Amén. ¶ La Lauda, Suplicación, Bendición, Antífona y Doxología, servirán hasta la Circuncisión. |
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Oficio
para la Circuncisión
de nuestro Señor Jesucristo Sígase el orden de los oficios Matutino y Vespertino con las variaciones siguientes: Omítase la lectura de los Mandamientos por la mañana, y el Resumen de los Mandamientos por la tarde. ¶ La EXHORTACIÓN, que precede a la Confesión de pecados, la misma del Oficio de Natividad. ¶ LAUDA propia:
TÚ, oh Dios, haces que te alaben las salidas
de la aurora y del ocaso. Aleluya. ¶ Después del Salmo 95 (o del Salmo 23, si es por la tarde) léase uno o los dos Salmos 65, 116. ¶ La primera Lección de la mañana es Gén. XVII. 1 a 10. La segunda Lección de la mañana, y la Lección de la tarde, son: Colosenses, II. 8 a 17, y Lucas, II. 15 a 21; a elección del Ministro. ¶ Los Cánticos son: para la mañana, el de Zacarías, núm. 31; y para la tarde, el de María, núm. 32. ¶ SUPLICACIÓN propia:
OREMOS al Redentor del mundo, nuestro Señor
Jesucristo, y con toda suplicación le roguemos, que por la gracia
de su Circuncisión se digne propicio justificarnos. ¶ BENDICIÓN propia.
EL Señor Jesucristo, que para confirmar
las promesas de los Padres, quiso ser ministro de la Circuncisión,
se digne circuncidar nuestros corazones. ¶ ANTÍFONA propia.
LA circuncisión es del corazón, en
espíritu, no en letra. ¶ Antes del Sermón dígase la misma oración que en el Oficio de Natividad. Terminado el Sermón, puede cantarse un HIMNO. ¶ Concluído el canto, diga el Ministro algunos puntos de la Oración que hay en el Oficio de Natividad, incluyendo el siguiente entre el 3 y 4: Ahora, Señor, dígnate aceptar estas alabanzas y acciones de gracias, como espiritual sacrificio que te ofrecemos por medio dq Jesús; y perdónanos todos los defectos que en este servicio hayamos cometido por causa de nuestras muchas fragilidades. Circuncida nuestros corazones, para que te amemos con todo el corazón y con toda el alma. Y puesto que en tu providencia nos has dejado ver el principio de un nuevo año, dígnate guiamos con tu divino Espíritu, a fin de que empleemos en. tu santo servicio todos los días que nos resten de vida en este mundo. ¶ La DOXOLOGÍA y la Bendición final, como en el día de Natividad. ¶ La Lauda, Suplicación, Bendición y Antífona servirán hasta la Epifanía. |
Office for the Circumcision | ||
Oficio
para la Epifanía
o Manifestación de Jesucristo Sígase el orden de los Oficios Matutino y Vespertino, con las variaciones siguientes: Omítase la lectura de los Mandamientos por la mañana, y el Resumen de los Mandamientos por la tarde. ¶ La EXHORTACIÓN, que precede a la Confesión de pecados, la misma del Oficio de Natividad. ¶ LAUDA propia.
VERÁN reyes, y se levantarán; príncipes,
y adorarán. Aleluya. ¶ Después del Salmo 95 (o del Salmo 23, si es por la tarde) léase uno o los dos Salmos 72, 86. ¶ La primera Lección de la mañana es Isaías, XLIX. 13 a 23. ¶ La segunda Lección de la mañana, y la Lección de la tarde, son: Lucas, III. 15 a 22, y Mateo, XI. 1 a 12; a elección del Ministro. ¶ Los Cánticos son: para la mañana, el Cántico 8; y para la tarde, el de Simeón, núm. 33. ¶ SUPLICACIÓN propia:
OREMOS al Autor de la Luz, nuestro Señor
Jesucristo, y con toda suplicación le roguemos que se digne propicio
iluminarnos con los eternos resplandores de su luz divina. ¶ BENDICIÓN propia:
BENDÍGANOS el que es llamado Alpha y Omega,
el Hijo unigénito de Dios Padre omnipotente. ¶ ANTÍFONA propia:
¿DÓNDE está el que ha nacido
Rey de los Judíos? ¶ Antes del Sermón, dígase la misma oración del Oficio de Natividad. Terminado
el Sermón, puede cantarse un ¶ Concluido el canto, diga el Ministro algunos puntos de la Oración que hay en el Oficio de la Nativididad, incluyendo el siguiente antes del 4: Te glorificamos, oh Dios, porque tu Hijo eterno asumió, no la naturaleza de los ángeles, sino nuestra naturaleza humana, para ser en todas las cosas semejante a sus hermanos; porque como Hijo del hombre vino para buscar y salvar lo que se había perdido, y como Hijo de Dios se manifestó para destruir las obras del diablo; porque vino con potestad sobre toda carne, para dar vida eterna a los que creen en él; y porque se dignó revelarse a los Gentiles, como bandera a los pueblos, a fin de que hallasen salud y gozo en el Deseado de todas las gentes. ¶ La DOXOLOGÍA y la Bendición final, como en el día de Natividad. |
Office for the Epiphany | ||
Oficio
para el Jueves Santo
¶ No se dice Gloria al final de los Salmos y Cánticos. Todos en pie, el Ministro comience diciendo: EN el nombre de nuestro Señor
Jesucristo sea luz y paz. HERMANOS muy amados: Si en
todo tiempo debemos confesar nuestras faltas ante la majestad de nuestro
Dios, hoy particularmente que nos hemos congregado para conmemorar los
tesoros de su misericordia hacia nosotros y los profundos misterios de
su amor divino, debemos postrarnos en su presencia e implorar su perdón,
confesando todos nuestros pecados, con un corazón verdaderamente
contrito. Por tanto, digámosle desde lo más íntimo
de nuestras almas: |
Office for Maundy Thursday | ||
Todos, de rodillas:
DIOS todopoderoso, Padre de nuestro Señor Jesucristo. Nosotros confesamos que hemos pecado gravemente contra ti, por pensamiento, palabra, obra y omisión. Con sinceridad nos arrepentimos de estas nuestras culpas, cuyo peso en gran manera nos abate y cuya memoria aflige nuestros corazones. Aparta, oh Señor, tu rostro de nuestros pecados y borra todas nuestras iniquidades. Ten misericordia de nosotros, te rogamos; ten misericordia de nosotros, por el amor de tu muy amado Hijo, que murió sobre la cruz para salvarnos, y perdona todas nuestras maldades, límpianos de toda mancha de iniquidad, y llénanos de tus dones espirituales; para que en adelante caminemos en novedad de vida, mediante Jesucristo nuestro Señor. Amén. El Presbítero (o el Obispo, si está presente) levantándose, diga: Dios nuestro Padre celestial, que por su grande amor
a los hombres, ha prometido perdonar a todos los que con sincero arrepentimiento
verdadera fe se convierten a él; tenga misericordia de vosotros,
perdone todos vuestros pecados, os confirme en todo. bien, y os conduzca
a la vida eterna; por Jesucristo nuestro Señor y Redentor. Amén. Todos en pie, canten o lean la siguiente ANTÍFONA:
DE cierto os digo, que uno de vosotros me ha de
entregar. ¶ El Ministro:
SEÑOR, abre nuestros labios. |
Confession & Absolution | ||
Y cántese (o léase alternadamente por el Ministro y la Congregación) uno o los dos SALMOS 2 y 109. Después de los Salmos, sentada la Congregación, el Ministro en píe diga: NUESTRA primera lección de la Palabra de Dios se halla en las Lamentaciones de Jeremías,. capítulo primero. Y lea Lamentaciones, I. 1 a 14. Y concluida la lectura, diga: AQUÍ termina nuestra primera lección de la Sagrada Escritura. Todos en pie, cántese (o léase alternadamente por el Ministro y la Congregación) el CÁNTICO 14 Mi corazón está quebrantado en medio
de mí; * todos mis huesos tiemblan. ¶ Terminado el Cántico y sentada la Congregación, el Ministro, en pie, diga: NUESTRA segunda lección de la Sagrada Escritura se halla en el Evangelio según Juan, capítulo trece. Y lea Juan, XIII. 1 a 17. Y concluída la lectura, diga: AQUÍ termina nuestra segunda Lección de la Palabra de Dios. La Congregación, levantándose, diga: OH Señor, santifícanos
en tu verdad; tu palabra es la verdad. Amén. |
Psalm, Scripture Readings, Canticle | ||
Todos
digan el SÍMBOLO APOSTÓLICO.
CREO en Dios, Padre todopoderoso,
Criador del cielo y de la tierra. De rodillas todos, el Ministro diga: OREMOS al Redentor del mundo,
nuestro Señor Jesucristo, y con toda suplicación le roguemos
que se digne propicio justificarnos por los méritos de su sagrada
pasión. |
Apostles' Creed | ||
Todos: PADRE nuestro, que estás en los cielos: Santificado sea tu nombre. Venga tu reino. Hágase tu voluntad, como en el cielo, así también en la tierra. El pan nuestro de cada día, dánosle hoy. Y perdónanos nuestras deudas, así como nosotros perdonamos a nuestros deudores. Y no nos dejes caer en la tentación. Mas líbranos del mal. Amén. Todos en pie, canten o lean la, siguiente ANTÍFONA: TEN piedad de mí, oh
Dios, conforme a tu misericordia. Y de rodillas la Congregación, el Ministro, en pie, diga: HIJO Unigénito de Dios
Padre, que por la salud del mundo te humillaste , a tomar nuestra naturaleza;
que misericordiosamente y por la gracia de tu humildad, encaminaste de
nuevo a la senda del paraíso al hombre que habías formado
y a quien el diablo engañó; que no tuviste a menos lavar
los pies de tus discípulos, para que nosotros, imitando tu ejemplo
saludable, seamos bienaventurados. Suplicamos tu clemencia, para que borres
las manchas de nuestros delitos, y limpios de toda culpa nos hagas partícipes
con tus santos del reino celestial. Puede cantarse un HIMNO. ¶ Terminado el canto, diga el Ministro: BENDICE, alma mía,
al Señor, y no olvides ninguno de sus beneficios. Y cántese o léase la siguiente ANTÍFONA. EN gran manera he deseado
comer con vosotros esta Pascua, antes que padezca; Y de rodillas la Congregación, el Ministro, en pie, diga: OH Señor Jesucristo,
que en semejante día, por tu grande amor, instituiste y nos mandaste
continuar el memorial perpetuo de tu muerte propiciatoria, hasta que vuelvas
en gloria y majestad. Concede, te rogamos, que no miremos con negligencia
tu amorosa invitación, antes bien, acercándonos con alegría
a tu santa Mesa, nos alimentemos de ti en nuestros corazones, por fe,
con acción de gracias; a honra y gloria de tu nombre, que con el
Padre y el Espíritu Santo vives y reinas por todos los siglos. |
Lord's Prayer | ||
El Diácono diga: HERMANOS, inclináos a la bendición. El Ministro: EL Señor sea siempre
con vosotros. Puede cantarse un HIMNO. ¶ Terminado el canto, diga el Ministro: Los sacrificios de Dios son el espíritu quebrantado. Y cántese o léase la siguiente ANTÍFONA: MUY triste está mi
alma, hasta la muerte. |
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Y
todos de rodillas, díganse las siguientes PRECES:
A ti clamamos, oh Dios, escúchanos. ¶ Aquí puede el Ministro añadir las Oraciones de SÚPLICA [tomadas de este Libro], que le parezcan oportunas. ¶ Luego, todos en pie, cántese o léase esta DOXOLOGÍA: AL que nos amó, y nos ha lavado de nuestros pecados con su sangre, y nos ha hecho reyes y sacerdotes para Dios y su Padre: a Él sea gloria e imperio para siempre jamás. Amén. Y diga el Ministro: EN el nombre de Jesucristo
nuestro Señor, terminemos con paz. ¶ Si hay Sermón, las Oraciones anterior y posterior se dejan a la discreción del predicador. ¶ Si se celebraren dos Cultos en este día, y uno de ellos no fuere la Santa Comunión, se usará también para el segundo el Oficio precedente; pero suprimiendo la primera Lección y el Cántico 14, y tomando para Lección única, Juan, XIII. 18 a 38. |
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Oficio para Viernes Santo
Todos en pie, el Ministro comience diciendo: EL Señor está
en su santo templo. HERMANOS muy amados: Si dijéremos que no tenemos pecado, nos engañamos a nosotros mismos, y no hay verdad en nosotros. Mas Abogado tenemos para con el Padre, a Jesucristo el justo; y él es la propiciación por nuestros pecados; y no sólo por los nuestros, sino también por los de todo el mundo. Por tanto, humillémonos en la presencia de Dios, y digámosle con el profeta David: Y todos de rodillas, dígase alternadamente por el Ministro y la Congregación el SALMO 51. TEN piedad de mí,
oh Dios, conforme a tu misericordia; * conforme a la multitud de tus piedades
borra mis rebeliones. (No se dice Gloria y honor.) |
Office for Good Friday | ||
¶ Terminado el Salmo, el Presbítero (o el Obispo, si está presente), levantándose, diga: OH Dios benigno y siempre
misericordioso, que aceptas a los mansos y humildes de corazón,
y has dado autoridad a tus Ministros para declarar el perdón, la
reconciliación y la paz eterna a todos los que, entristecidos por
sus pecados, vuelven a Ti con fidelidad y verdad. Despierta en estos tus
siervos que te han confesado ahora sus pecados, el sentimiento de tu presencia
y de tu pureza; obra en ellos un arrepentimiento verdadero; perdona todos
sus pecados y límpialos de toda impureza de cuerpo y de alma; pon
en ellos novedad de vida, y acéptalos en tu Hijo amado; para que
siendo santificados por tu divino Espíritu, sientan la consolación
y gozo espiritual que es patrimonio de tus hijos, y obtengan la realización
de tus santas y eternas promesas; mediante nuestro Señor y Redentor
Jesucristo. Todos en pie, cántese o léase la siguiente ANTÍFONA: HABRÁ manantial abierto
para la casa de David, ¶ Después de la Antífona, sentada la Congregación, el Ministro, en pie, diga: LA lección del Antiguo Testamento se halla en el libro del Génesis, capítulo 22. Y lea Génesis, XXII. 1 a 18. ¶ Terminada la Lección, todos en
pie, diga el CLEMENTE y misericordioso
es el Señor. Y cántese o léase la siguiente ANTÍFONA: No hay más Dios que yo: Dios justo y Salvador;
Ningún otro fuera de mí. ¶ Después de la Antífona, léanse las palabras de Micheas, VI. 2 a 8, como sigue: El Diácono diga: OÍD, montes, y fuertes fundamentos de la tierra, el pleito del Señor: porque tiene el Señor pleito con su pueblo, y altercará con Israel. Y el Ministro diga: PUEBLO mío, ¿qué
te he hecho, o en qué te he molestado? Responde contra mí.
Porque yo te hice subir de la tierra de Egipto, y de la casa de siervos
te redimí; y envié delante de ti a Moisés, y a Aarón,
y a María. Pueblo mío, acuérdate ahora qué
aconsejó Balac, rey de Moab, y qué le respondió Balaam,
hijo de Beor, desde Sittim hasta Gilgal, para que conozcas las justicias
del Señor. |
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Todos
de rodillas, el Ministro diga:
OH Cristo, Dios de nuestra salud, que con tu pasión puedes dominar las pasiones todas de los hombres. Apiádate del pueblo de Israel, conviértele y tráele a ti. Haz que miren a quien traspasaron, y vengan a ti gimiendo y llorando. Concédeles perdón de todos sus pecados, gracia para servirte, y al fin la vida eterna. R. Amén. Puede cantarse un HIMNO. ¶ Después del canto, sentada la Congregación, el Ministro, en pie, diga: ESCUCHAD, hermanos, la Profecía. Y lea el capítulo 53 de Isaías. ¶ Terminada la Profecía, todos en pie, diga
el MUY triste está mi
alma, hasta la muerte. Y cántese o léase la siguiente ANTÍFONA: CUANTOS pasáis por
el camino, ¶ Después de la Antífona, diga el Diácono: OÍD esto, pueblos todos; escuchad, habitadores todos del mundo; así los plebeyos como los nobles, el rico y el pobre juntamente. Y lea el Ministro las palabras del Salmo 22, del modo que sigue: DIOS mío, Dios mío,
¿por qué me has desamparado?, ¿por qué estás
lejos de mi auxilio y de las palabras de mi clamor? |
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Todos
de rodillas, el Ministro diga:
¡OH Cristo, Salvador del mundo: Tú
que no deseas la muerte del pecador, sino que se convierta y viva; y que
no viniste para condenar al mundo, sino para que el mundo fuera salvo
por ti; y que dijiste: “si yo fuere levantado, a todos traeré
a mí mismo”; Tú que fuiste entregado en manos de los
gentiles, clavado en la cruz, y entre horribles angustias diste tu vida
por los pecados de todo el mundo! Dígnate apresurar el día
en que todas las naciones han de ser benditas en ti; destruye toda superstición;.
disipa todo error; confunde toda impiedad; y haz que todos los hombres
vengan arrepentidos a tu presencia, y te reconozcan y te sirvan y te aclamen
su Rey, su Salvador y su Señor. Puede cantarse un HIMNO. ¶ Después del canto, sentada la Congregación, el Ministro, en pie, diga: LA lección del Nuevo Testamento se halla en el Evangelio según San Juan, capítulo 18. Y lea Juan, VXIII. 28 a 40. Terminada la Lección, todos en pie, diga el Ministro:
TODOS nosotros nos decarriamos como ovejas. Y cántese o léase la siguiente ANTÍFONA:
HE aquí el Cordero de Dios, que quita el
pecado del mundo. ¶ Después de la Antífona, diga el Diácono:
HERMANOS, imploremos al Cordero de Dios, a quien
es dada toda potestad en los cielos y en la tierra, y con toda suplicación
le roguemos que es-. cuche propicio nuestras preces. |
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Y todos de rodillas, díganse las PRECES:
OH Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo,
ten piedad de nosotros. Diga el Diácono: HERMANOS,
levantáos. |
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Y todos en pie, el Presbítero (o el Obispo, si está presente) diga:
OH Cristo, Cordero de Dios, Hijo unigénito
del Padre, que por nosotros y por todo el mundo te ofreciste en propiciación
sobre la cruz, muriendo inocente a manos de los inicuos. Acuérdate
del valor infinito de tu preciosa sangre, y borra el pecado de todo tu
pueblo. Y puesto que te dignaste sufrir vilipendios, bofetadas, ligaduras,
azotes, corona de espinas, cruz, clavos, amargura, muerte, lanzada, y,
por último, sepultura; concede a los míseros mortales, por
quienes tanto padeciste, la bienaventuranza infinita de tu reino celestial:
para que cuantos se postren delante de ti, recordando tu pasión
y adorándote como el Cordero que fué inmolado, sean levantados
a lugares celestiales, donde disfruten del gozo de tu gloriosa resurrección. Cántese o léase la siguiente ANTÍFONA:
CRISTO Jesús, hallado en la condición
como hombre, se humilló a sí mismo, ¶ Después de la Antífona, el Diácono diga: HERMANOS, inclináos a la bendición. Y de rodillas la Congregación, el Ministro, en pie, diga:
EL Señor sea siempre con vosotros. Todos en pie, cántese o léase la siguiente DOXOLOGÍA: AL que nos amó, y nos ha lavado de nuestros pecados con su sangre, y nos ha hecho reyes y sacerdotes para Dios y su Padre: a Él sea gloria e imperio para siempre jamás. Amén. ¶ Y diga el Ministro:
EN el nombre de Jesucristo nuestro Señor,
terminemos con paz. |
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¶
Si hubiere SERMÓN, el Ministro
que haya de
ESCUCHA, oh Señor, nuestra plegaria.
DEMOS gracias al Señor. No se dice Doxología. El Ministro invoque la bendición divina con uno de los Textos acostumbrados. ¶ Si se celebraren dos Cultos en este día, y uno de ellos no fuere la Santa Comunión, se usará para el primero el Oficio precedente íntegro, y de él se tomarán para el segundo las porciones que se quieran, sirviendo de Lecciones las siguientes: Números, XXI. 1 a 9; Mateo, XXVII. 27 a 54; Hebreos, IX. 16 a 28. |
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Web author: Charles Wohlers | U. S. England Scotland Ireland Wales Canada World |